sábado, abril 29, 2006


PELÍCULAS RECOMENDADAS (3):


Nueva relación de filmes, que recomiendo para un público amplio, en tres apartados: estrenos, películas recientes y clásicos.

Como en las dos anteriores listas, las películas señaladas con un asterisco (*) pueden gustar más especialmente a espectadores de Tercera edad.


Estrenos:

- Agua*
- En la cuerda floja*
- La espada oculta
- Himalaya
- Memorias de China*
- Plan oculto
- Tsotsi*
- Zona libre


Más filmes recientes:

- El aura
- El exorcismo de Emily Rose*
- King Kong
- El mensajero del miedo*
- La novia cadáver
- Omagh
- Paradise Now
- Plan de vuelo: Desaparecida*
- El viaje del emperador*


Otros clásicos:

- Los cañones de Navarone*
- Capitán Conan
- El día más largo*
- En busca del Arca perdida
- La gran evasión
- El hidalgo de los mares
- El hombre que pudo reinar
- Horizontes perdidos*
- Lord Jim
- Mac Arthur, el general rebelde*
- Las minas del Rey Salomón*
- Moby Dick*
- Mogambo*
- Las nieves del Kilimanjaro*
- Objetivo Birmania
- Patton*
- Platoon
- El puente
- Un puente lejano*
- El puente sobre el río Kwai*
- La reina de África*
- Robín de los bosques
- Roma, ciudad abierta*
- Sangre, sudor y lágrimas*
- El sargento York*
- Scaramouche*
- El tesoro de Sierra Madre
- Tora! Tora! Tora!
- La vuelta al mundo en 80 días*

miércoles, abril 12, 2006



DE CRISIS Y ÉXITOS

LA PANTALLA POPULAR. EL CINE ESPAÑOL DURANTE EL GOBIERNO DE LA DERECHA (1996-2003)
José María Caparrós Lera
Prólogo de Gabriel Cardona
Akal, Madrid, 2005
267 páginas, 15 euros

Por CARLOS TEJEDA


Continuación de El cine español de la democracia, anterior libro del mismo autor, profesor de la Universidad de Barcelona, La Pantalla Popular es un excelente análisis sobre el cine español durante el período del gobierno del Partido Popular. Estructurado en tres grandes apartados, y desde la independencia política, se inicia con una visión general de la cinematografía española, ya en crisis, debido, en parte, a la supremacía de esa gran maquinaria que es el cine americano en detrimento de la industria autóctona de cada país. Se repasan las diferentes políticas adoptadas a lo largo de aquellos años con el objetivo de "combatir" la invasión audiovisual norteamericana y potenciar asimismo el cine español. Medidas que no han atajado esta realidad.

Según Caparrós un modo de cambiar dicha situación sería "sustituir progresivamente el doblaje de las cintas extranjeras por su proyección únicamente subtitulada", a la vez que "para aplacar las 'iras' de las multinacionales, las películas españolas dejarían de recibir paulatinamente subvención. ¿No más protecciones? Acaso sólo a los nuevos realizadores, con un incentivo a los jóvenes que quieran dirigir su ópera prima. Es decir, habría que dar a la iniciativa privada toda la responsabilidad. El intervencionismo del Estado sería mínimo. Y los ciudadanos no estarían pagando su propio cine con erario público" (p. 14). De esta forma el cine se podría mantener a través de la taquilla.

DOS NOMBRES.- Se hace especial hincapié en dos creadores que, según el autor, son los cineastas "más significativos del período" (p. 9): Pedro Almodóvar y José Luis Garci, a los que dedica sendos capítulos con un pormenorizado análisis de su obra, sobre todo la rodada en aquella etapa, en la que el manchego ganó dos Oscar, el de la mejor película extranjera con Todo sobre mi madre (1999) y dos años después al mejor guión original por Hable con ella (2001), y el director madrileño estrenó títulos como El abuelo (1998) o You're the One (Una historia de entonces) (2000). Por último, Caparrós se refiere a ese nuevo movimiento bajo el epígrafe de Joven Cine Español, entre los que se encuentran nombres como Julio Medem, Juanma Bajo Ulloa, Fernando León de Aranoa, Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar...

En el segundo apartado, y en orden cronológico, el autor recoge una selección de 80 títulos destacados de aquellos momentos, algunos de gran calidad y éxito de público, a pesar de la citada crisis: El perro del hortelano (Miró, 1996), Abre los ojos (Amenábar, 1997), Secretos del corazón (Armendáriz, 1997), Los amantes del Círculo Polar (Medem, 1998), Barrio (León de Aranoa, 1998), La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998), Solas (Zambrano, 1999), El Bola (Mañas, 2000), La comunidad (De la Iglesia, 2000), En construcción (José Luis Guerín, 2001), Los lunes al sol (León de Aranoa), hasta el fenómeno taquillero de Torrente, de Santiago Segura (1997).

La parte final de este magnífico texto se cierra con dos capítulos: uno examina la última etapa del mandato a través de tres películas que criticaron duramente la gestión realizada -El efecto Iguazú (P. J. Ventura, 2002), Los abajo firmantes (Oristrell, 2003) y ¡Hay motivo! (2004)-. Y el otro, a modo de conclusión, y titulado laissez faire, laissez passer por la actitud de aquella Administración ante la producción cinematográfica.

Aunque afortunadamente hay, y sigue habiendo, pocas pero espléndidas excepciones, y estando de acuerdo con las tesis expuestas en este libro, pregunto: dicha crisis ¿no se deberá también en parte a una falta de creatividad?

(Publicado en el Suplemento de ABC, ABCD las Artes y las Letras, 8-IV-2006).
José María Caparrós Lera: "El PP practicó una política neoliberal y no intervino en el cine español"

Por PATRÍCIA LAINZ


Bajo el título La Pantalla Popular. El cine español durante el Gobierno de la derecha (1996-2003), el último libro de José María Caparrós Lera, profesor titular de Historia Contemporánea y Cine de la Universidad de Barcelona y director del Centre d’Investigacions Film-Història, repasa las películas más significativas del período en que gobernó el Partido Popular. «El PP practicó una política neoliberal que propició que el partido no interviniera en materia de cine, entre otras cosas, porque sus dirigentes tampoco entendían»; esta es una de las conclusiones a que llega el profesor, tras analizar ochenta títulos emblemáticos del período «que reflejan la evolución de la sociedad española durante esta época».

Caparrós decidió tratar esta cuestión «cuando el PP perdió las elecciones generales, el 14 de marzo de 2004, porque representaba el final de una larga etapa». «Era un momento excelente -dice- para ofrecer una síntesis de lo que había supuesto aquel gobierno de la derecha». A partir de este análisis, Caparrós Lera llega a la conclusión de que «en una democracia, el cine autóctono es más libre porque no está dirigido, a diferencia de las dictaduras». Remarca, aun así, que el género por excelencia del cine que se ha producido de 1996 a 2003 ha sido la comedia, y que han proliferado películas poco comprometidas políticamente. Según el profesor, «el Joven Cine Español», tal y como él denomina a los nuevos directores y, en muchas ocasiones, a las jóvenes mujeres directoras, está más interesado en la vida cotidiana y en los problemas concretos, que no en la problemática contemporánea o el pasado del país.

A Pedro Almodóvar y José Luis Garci les dedica dos capítulos de la obra, porque sostiene que son, sin duda, «los más representativos del período popular: Almodóvar, porque ganó los dos Oscar de Hollywood, precisamente bajo el mandato de José María Aznar (Todo sobre mi madre y Hable con ella), aunque ideológicamente se sitúe muy lejos de la posición del PP, y José Luis Garci, a quien se ha denominado "el director del Régimen", porque mantiene una actitud de fondo muy próxima a los políticos y votantes de este partido, y sus películas han sido muy bien aceptadas por la gente de la derecha tradicional».

En las conclusiones, el autor se refiere al famoso eslogan del PP «España va bien», y hace balance de esta política, que él denomina laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), muy en la línea de la Fundación FAES, presidida por Aznar y sustentada en la filosofía del pensador José Jiménez Lozano. Tampoco se muestra nada optimista con respecto a la situación actual del cine español, y considera que continúa con los mismos problemas de siempre: la dependencia de las subvenciones estatales, el desprestigio de los espectadores y la supremacía del cine norteamericano.

No es la primera vez que Caparrós publica un libro de reflexión sobre la relación entre la historia contemporánea y el cine. Así, entre sus más de treinta obras publicadas, destacan: Arte y política en el cine de la República (1981), El cine español bajo el régimen de Franco (1983), El cine español de la democracia (1992), La guerra de Vietnam, entre la historia y el cine (1998) o La cuestión irlandesa y el IRA: una visión a través del cine (2003), aparte de su manual de clase: 100 películas sobre Historia Contemporánea (1997, 2004). Y no será la última, porque, de hecho, ya tiene una idea para el próximo libro, que podría titularse El cine español en la época del cambio, en el cual intentará reflejar todo este mandato socialista, con la misma estructura que La Pantalla Popular. «Ya he empezado a recoger información de interés -dice- y a ver las películas más significativas, como 11-M: Todos íbamos en ese tren, la oscarizada Mar adentro o la reciente Volver. Pero ya estamos hablando del futuro, y yo hago historia del presente que de aquí a un tiempo será pasado».

(Entrevista publicada en Comunicacions UB, 6-IV-2006).