sábado, septiembre 30, 2017

“AMAZING GRACE” ABRE EL CICLO LUCHADORES POR LA JUSTICIA, LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS



Organizado por CinemaNet, bajo la dirección del historiador y periodista Daniel Arasa, ayer se inició el tercer ciclo especializado, que este año se ha dedicado a “Luchadores por la Justicia, la Libertad y la Dignidad de las personas”.
Con créditos de libre elección por la Universidad de Barcelona, me tocó hacer la sesión de apertura, que se proyectó la película Amazing Grace. Reproduzco la presentación.


Este film histórico, coproducido por Gran Bretaña y Estados Unidos, conmemoró en 2007 el 200 aniversario de la aprobación de la ley que prohibía el comercio de esclavos en el Reino Unido y su imperio colonial (1807). La industria británica, especializada en cine histórico para la gran pantalla y la TV, encargó a un artesano inglés -Michael Apted (1941), director de Enigma, Gorilas en la niebla y la tercera entrega de Los cuentos de Narnia- la realización de esta película, que ha contado con un espléndido guionista, Steven Knight (Promesas del Este), que no sólo escribió un biopic, sino que retrata también el contexto sociopolítico de aquella época, en plena Revolución Francesa y el posterior Imperio napoleónico, tras la Independencia de los Estados Unidos de América.

Estamos, pues, ante un film emocionante, que narra el largo combate del parlamentario William Wilberforce (1759-1833) para abolir la esclavitud en el Imperio británico. Licenciado en Cambridge, amigo después del jovencísimo premier William Pitt (a los 24 años ocupó el cargo de primer ministro), fue un hombre de honda religiosidad, que se planteó consagrar su vida como cristiano evangélico -metodista- y, antes de hacerse clérigo, decidió seguir otra vocación: siente que Dios le quiere en el mundo para contribuir desde la lucha política a transformarlo, a hacerlo mejor. Pero de forma pacifista.

Por eso, lo que relata la película posee hoy mucho interés, cuando sólo hace 200 años que la trata de esclavos era norma aceptada por el Gobierno inglés -pues constituía la base económica de las plantaciones del Sur de los Estados Unidos, que influiría en la Guerra de Secesión USA (1861-1865)- y hace tan solo medio siglo la discriminación racial estaba aceptada en la política estadounidense y recientemente incluso llegaron a tener un presidente de color, afroamericano.

Asimismo, la historia de Wilberforce y sus correligionarios demuestra que un grupo de personas audaces puede movilizar a la opinión pública para acabar con una lacra social tan ampliamente aceptada en su época como actualmente puede ser el tráfico de emigrantes para la prostitución o de órganos, por no hablar del aborto o de la misma corrupción que todavía nos invade.

Amazing Grace es un film dramático e intenso, entrañable pero no sensiblero; tampoco cae en la fácil hagiografía; pues se muestra al protagonista como un hombre normal, enamorado de su bella esposa, y con una vocación de servicio, que puede ser un ejemplo para los políticos de hoy.

Michael Apted ha logrado en su realización cinematográfica un espléndido estudio de mentalidades, a través de unas interpretaciones plenas de fuerza y autenticidad, llenas en matices éticos en su interioridad y actuación; sobre todo en la coherencia que evidencia el personaje central, William Wilberforce, que encarna el actor Ioan Gruffudd, conocido por protagonizar las dos primeras películas de Los 4 fantásticos y un papel en la “oscarizada” Titanic. También quiero destacar de su puesta en escena, las brillantes secuencias portuarias y parlamentarias, el cuidado vestuario de aquella época; en definitiva, el gusto estético preside todo el film.

Una obra artística que cuenta con el célebre himno Amazing Grace (“Sublime gracia”), compuesto por John Newton, antiguo negrero, convertido después en clérigo (interpretado por el gran Albert Finney), que posee la fuerza espiritual para hacer cambiar los corazones. Y frente a las dificultades políticas y la resistencia ante los derechos humanos, se impone el sentido del honor y la perseverancia para recomenzar y volver a intentarlo, ganando al final (tras 18 debates en el Parlamento) la justicia y la libertad, gracias también al tesón y a la fe.

Por tanto, se trata de un excelente film para comenzar este nuevo ciclo, que continuará con Hotel Rwanda (6 de octubre), Selma (13 de octubre), Sophie Scholl (20 de octubre) y Un hombre para la eternidad (27 de octubre). Todas las sesiones serán en la Salón de Actos del Oratorio del Col·legi Major Universitari Bonaigua (c/ Jiménez Iglesias, 1 - Barcelona), los viernes a las 19:30 horas. Entrada libre.