martes, junio 21, 2016

UNA SIMPÁTICA COMEDIA ITALIANA: "SI DIOS QUIERE"


La ópera prima de Edoardo Maria Falcone, Se Dio vuole (2015), ha batido récords en Italia, y ahora también lo está haciendo en la taquilla española

Con tantas películas violentas, llenas de efectos especiales, que invaden nuestras pantallas estivales, el estreno de Si Dios quiere significa un golpe de aire fresco para el gran público, ese espectador que aún se acerca al cine a pasar un buen rato.

Estamos, por tanto, ante un film sencillo, con un guión original del propio Falcone, que mantiene el interés durante todo el relato, con más de una sorpresa y un giro final que dejaremos en el tintero, en la "nube" del ordenador. Bien realizada -pese algún toque frívolo- y mejor interpretada, destaca el trío protagonista -Marco Giallini, Laura Morante y Alessandro Gassman, el hijo del gran Vittorio- y su dinámico rodaje en escenarios naturales romanos. 

Narra la historia de un famoso cirujano, Tommaso, que ha triunfado como cardiólogo, pero que está lleno de sí mismo y no cree en Dios; la ciencia le es suficiente. Casado con una bella mujer, que en tiempos fue revolucionaria y a la que apenas hace caso, es padre una de hija a la que no valora y ha "machacado" junto a su también joven marido, y de un hijo estudiante de Medicina pero que un día le hace una revelación que le saca de quicio y pone en crisis sus asentadas convicciones,     

Veamos, con todo, cómo valora mi colega Juan Orellana, profesor de Narrativa Cinematográfica en la Universidad San Pablo-CEU, esta atractiva cinta:

"Desgraciadamente, no es infrecuente que las películas que quieren hablar de la trascendencia o quieren transmitir ideas cristianas acaben siendo catequesis enfáticas dirigidas a un público ya convencido. Si Dios quiere, por el contrario, huye de ese planteamiento y se dirige objetivamente al gran público, creyente o no, en formato de una divertida comedia italiana, muy abierta, fresca, que toca muchos palos y cuenta con personajes para todos los gustos que facilitan la empatía. Este tono popular no le impide al film hablar de cuestiones profundas, como la libérrima voluntad de Dios, el descubrimiento de la vocación o el prejuicio antirreligioso" (Cfr. Aceprensa, 8-VI-2016). 

Ciertamente, el espectador se lo pasará bien y, al mismo tiempo, le hará reflexionar críticamente sobre las diversas actitudes ante la vida corriente. Sin grandes discursos intelectuales, casi burla burlando, Edoardo Maria Falcone ha realizado una película que vale la pena visionar. Apuntemos, pues, el nombre de este nuevo director.  

viernes, junio 03, 2016

EL CORTO "TIMECODE", PALMA DE ORO EN EL FESTIVAL DE CANNES


Desde 1961 que el cine español no conseguía una "Palma de Oro" en el más prestigioso festival cinematográfico mundial. Fue con la discutida Viridiana, de Luis Buñuel. El catalán Juanjo Giménez lo ha logrado este año con el Mejor cortometraje de ficción.

Esta mañana, la Acadèmia del Cinema Català ha presentado en los populares cines Texas de Barcelona Timecode, la cinta galardonada en Cannes, comentada por el propio director. Y ha sido muy celebrada por el público y profesionales asistentes.

Su autor es Juan José Giménez Peña (Barcelona, 1963), un veterano cineasta que, tras estudiar en el CECC, dirigió su primer corto en 1995, Hora de cerrar, Junto a Oscar Díez, un año antes había fundado la productora Salto de Eje, y adquirió más experiencias realizando tres nuevos cortometrajes: Ella está enfadada, Libre indirecto y Especial (con luz), antes de finales de siglo. Su debut en el largometraje de ficción fue con Nos hacemos falta (Tilt, 2003), premiado en Roma, Las Palmas de Gran Canaria y Orense. Pero volvió al cortometraje y realizó documentales en el tercer milenio, siendo galardonado en diversos certámenes internacionales. 

Calificado como "el profeta del corto", Juanjo Giménez es productor, guionista y director, además de profesor de cine. Defensor de las películas de corta duración -pues puede experimentar y desarrollar ideas: no es solo un formato que precede a los largometrajes, dice-, compitió en el Festival de Cannes con 5.008 cortos. Seleccionado entre los diez mejores, tras el éxito de público, el Jurado internacional no dudó en concederle el máximo galardón.

Timecode (2016) es un thriller musical. Sólo dura 15 minutos, y es suficiente para captar el interés del espectador. Con una realización muy cuidada -como le manifesté al propio director después de la proyección-, los bailarines Lali Ayguadé y Nicolas Ricchini logran hacer vibrar al público, acaso sorprendido por la originalidad de la coreografía de este film. Ahora hace falta que se exhiba en las salas comerciales. 

Producido por el propio Juanjo Giménez, con otros jóvenes productores como Arturo Méndiz -que ya tiene un "Goya" y un "Gaudí" por sus cortos anteriores- y Daniel Villanueva. Timecode posiblemente será candidato al Oscar de Hollywood al Mejor cortometraje de ficción, representando a España en la próxima edición. Pero dejemos que hable el director (cfr. entrevista con Bernat Salvá, en El Punt Avui, 26-V-2016, pág. 38):

"No cierro la puerta en absoluto a realizar largos. Ya hice un largometraje de ficción que se estrenó el 2004 y después estuve tres o cuatro años en levantar otro proyecto que fue muy complicado. Para no olvidarme de filmar, comencé a hacer cortos. Si hubiera intentado esperar el momento de realizar otro largo, ahora no tendría la filmografía y el recorrido que tengo. Los cortometrajes me salvaron la vida. Artísticamente, me permiten arriesgar, inventar mucho más que en un largo, en el que hay más presión, hay muchos más condicionantes. Con los cortos puedes acortar el tiempo entre película y película. Me he convertido en un amante del formato, e intento exprimir las posibilidades que tiene".

Enhorabuena, Juanjo, y esperamos verte en la alfombra roja de Los Ángeles el año que viene.