martes, febrero 28, 2017

UNOS "OSCAR" POLÉMICOS


Entre críticas al presidente Trump, la reivindicación a los artistas negros y un fallo garrafal en la entrega del Oscar a la Mejor película, transcursió una gala llena de glamur y polémica

Ciertamente, seis estatuillas doradas fueron para afroamericanos -ausentes en la pasada edición-, mientras la favorita con 14 nominaciones sólo se fue con otras seis: La La Land obtuvo los premios al Mejor director (Daniel Chazelle, 31 años), Mejor actriz (Emma Stone). Además de los correspondientes a las mejores fotografía, diseño de producción, banda sonora y canción (City of Stars), tema principal del film, con John Legend cantando solo al piano. La ciudad de las estrellas es un musical convencional, que partía como facvorito por homenajear este gran género.

Sin embargo, el Oscar a la Mejor película -tras el traspiés de Warren Beatty y Faye Dunaway, los ya veteranos de Bonnie y Clyde, en la proclamación- fue para un film alternativo, Moonlight, que narra la dura vida de un traficante de drogas homosexual, cuyo protagonista de color, Mahershala Ali, obtuvo el galardón al Mejor actor secundario; al igual que la afroamericana Viola Davis por su gran interpretación en Fences, con un discurso entre lágrimas que fue uno de los momentos más emotivos de la gala.

Otro drama durísimo, Manchester frente al mar, se llevó el Oscar al Mejor actor, Casey Affleck, y al mejor guión original, escrito por el propio director, Kenneth Lonergan. Por su parte, Mel Gibson tuvo que conformarse con dos Oscar técnicos por su Hasta el ultimo hombre: mejores montaje de imágenes y sonido; mientras Martin  Scorsese se fue de vacío con su obra maestra Silencio. Le iría mejor al canadiense Denis Villeneuve, que ganó el galardón a las mejores mezclas de sonido por La llegada. Asimismo, el film español Timecode, de Juanjo Giménez, tampoco obtuvo la estatuilla dorada al Mejor cortometraje al que aspiraba, que fue para la producción húngara Mindenski (Cantar).

El iraní Asghar Farhadi, ausente en la gala como protesta por la prohibición de entrar en Estados Unidos a ciudadanos de diversos países musulmanes, se llevó el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa por El viajante. Curiosamente, hace cinco años ya ganó otro por Nader y Simin, una separación. El premio al Mejor documental ha sido para el film O. J.: Made in America, una producción de siete hores sobre O. J. Simpson, estrella de futbol americano acusada del asesinato de su esposa.

El presentador de esta 89 edición, Jimmy Kimmel, reivindicó a la gran actriz Meryl Streep -“sobrevalorada”, según Donald Trump-, que, nominada por veinte vez por Florence Foster Jenkins, fue ovacionada por el público asistente al Kodak Theatre. Pero se quedó sin conseguir la cuarta estatuilla; como también perdió la favorita Natalie Portman, por su gran interpretación de Jackie, el espléndido biopic sobre Jacqueline Kennedy.

Pienso que no ha sido un año brillante faltan mejores películas y más profesionalidad en la entrega de premios. Hollywood, la vieja Meca del Cine, tiene que apuntar más alto en valores artísticos y humanos.


lunes, febrero 06, 2017

UNOS PREMIOS "GOYA" REIVINDICATIVOS



El actor Davi Rovira, con su gracejo habitual, fue por tercera vez el maestro de ceremonias de la 31 edición de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España

Los “Goya” de este año, como sucedió la semana pasada con los “Gaudí” catalanes, fueron para Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, el joven director barcelonés a quien llaman J: nueve estatuillas. Fue galardonado como Mejor director, y obtuvo los premios a los Mejores Fotografía, Música original, Dirección artística, Montaje, Efectos especiales, Dirección de producción, Sonido y Maquillaje/Peluquería. Todo un éxito para esta espléndida película.

No obstante, el “Goya” al Mejor film fue para el debutante Raúl Arévalo, por Tarde para la ira, actor que también ganó la estatuilla al Mejor director novel y Mejores guión original y Actor de reparto (Manolo Solo). Se trata de un thriller asfixiante y vengativo, que cuenta con una atmósfera personalísima y demuestra que este joven intérprete también saber ponerse detrás de la cámara. Los otros dos thriller premiados, más históricos, se tuvieron que conformar con menos galardones: El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, ganó a los Mejores guión adaptado y Actor revelación (Carlos Santos); y Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen, al Mejor actor protagonista (Roberto Álamo).

La actriz Emma Suárez derrotó a sus antagonistas con un doblete: Mejor actriz por Julieta, de Pedro Almodóvar; y Mejor actriz de reparto por La próxima piel, de Isaki Lacuesta e Isa Campo, que ya fue premiada como Mejor película catalana. Mientras que la Mejor canción fue para la también debutante actriz Sílvia Pérez Cruz, con “Ay, Ay, Ay”, de Cerca de tu casa, de Eduard Cortés, que nos cantó reivindicativamente. Y la Mejor actriz revelación fue para Anna Castillo, por El olivo, de Icíar Bollaín, que le hizo derramar lágrimas de emoción.

Los “Goya” a las películas extranjeras fueron para Elle, de Paul Verhoeven, Mejor film europeo; y El ciudadano ilustre, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, Mejor película iberoamericana, que también aspiran al Oscar. Y ya que hablamos de los premios de la Academia de Hollywood, del excelente corto de Juanjo Giménez obtuvo la estatuilla que piensa revalidar con el premiado Oscar al Mejor cortometraje en representación de España.

La parte más reivindicativa -aparte de las intervenciones del presentador, demandando más presencia de mujeres en la dirección de filmes y de personajes femeninos- estuvo en los discursos de Ana Belén -“Goya” de Honor- y en la presidencia de la Academia Española. La directora artística Yvonne Blake -actual presidenta de la entidad- estuvo muy comedida en su defensa del cine autóctono; pero el vicepresidente Mariano Barroso pasó cuentas al Gobierno: manifestó que el Estado recaudó 28 millones de euros en el 2016 en concepto de IVA por las películas españolas, de los 109 millones de caja que hizo el cine nacional, con 18 millones de espectadores, y reclamó “una nueva actitud a las autoridades hacia nuestra cinematografía” y “un pacto de Estado sobre el cine” por parte de los partidos políticos. El ministro de Cultura y portavoz del Gobierno del PP, Íñigo Méndez de Vigo, se llevó en la cartera la propuesta.