lunes, diciembre 15, 2014

"MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA", OTRA GENIAL COMEDIA DE WOODY ALLEN



De nuevo el gran cómico estadounidense nos ha sorprendido con un film genial. Se trata de Magic in the Moonlight (2014), una comedia romántica que plantea más allá de lo habitual dos de las grandes constantes de su obra cinematográfica: la existencia de Dios y el amor verdadero. Sin llegar a ser una obra maestra, Magia a la luz de la luna es una película de gran categoría artística, que vale la pena deleitar.

En efecto, Woody Allen vuelve a escenificar una simpática comedia de enredo, perfectamente ambientada en la Costa Azul de la Francia de los años 20 del siglo pasado, donde la magia y el espiritismo se hacen presentes en la vida cotidiana de los protagonistas: un falso hechicero chino, que encarna magistralmente el “oscarizado” actor británico Colin Firth (El discurso del rey); y una joven y también falsa médium, que incorpora con gracia la encantadora Emma Stone. Pero los actores secundarios resultan asimismo geniales, sobre todo el mago que interpreta Simon McBurney, que casi viene ser el álter ego de Allen.

            Sobre los videntes que causaron furor en los “felices” años veinte, el propio Woody Allen manifestaría: “En la época eran toda una sensación, y muchos famosos, como Arthur Conan Doyle [creador de Sherlock Holmes] se lo tomaban muy en serio. Había sucesos de todo tipo, como por ejemplo fotografías de espíritus de las que todo el mundo hablaba, y las sesiones de espiritismo eran muy habituales”.

            Sin embargo, el cineasta norteamericano no se queda en la mera anécdota; pues tras el cinismo y escepticismo que parece apuntar, se halla una reflexión crítica y evoca un período histórico con gran acierto. Además, profundiza en esos grandes temas que parecen preocuparle sobremanera: Dios y el Más allá -incluso el descreído y altivo protagonista empieza a rezar ante el peligro de muerte de su querida tía, secundado por el referido álter ego- y concluye con un entrañable canto al amor auténtico. 

A sus 79 años recién cumplidos, ¿estará Woody Allen buscando a Dios? Juega con la magia y el racionalismo, invoca a Nietzsche y al ilusionismo de Federico Fellini, junto al amor romántico de los filmes de Leo McCarey. Pero, burla burlando, se hace preguntas trascendentes que transmite al espectador con su original sentido del humor. No se pierdan esta espléndida película.

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