Las célebres escalinatas de Odessa (Ucrania), donde el maestro Serguéi Mijailovich Eisenstein rodó la antológica secuencia de El acorazado Potemkin (1925), ha recibido una distinción de la European Film Academy: Tesoro de la Cultura del Cine Europeo.
Esta es la quinta distinción que la Academia de Cine Europeo (EFA) concede
a una entidad o lugar relacionado con la cinematografía. Las anteriores fueron
el Centre Memorial Eisenstein en Moscú, la Casa de los hermanos Lumière en Lyon,
el Centre Bergman en la isla de
Farö (Suecia) y el Mundo de
Tonino Guerra en Pennabilli (Italia).
Con esta
nueva distinción, la EFA quiere aumentar la conciencia pública de los lugares
con carácter simbólico para el cine del Viejo Continente, espacios de gran
valor histórico que merecen ser protegidos en la actualidad y para las futuras
generaciones. Estas escalinatas son hoy el lugar donde se celebra, desde su
fundación el año 2010, el Festival
Internacional de Cine de Odessa, que invita al público a proyecciones al
aire libre de clásicos internacionales acompañados de música en vivo. En la presente
edición del certamen (10 al 18 julio), se descubrirá un emblema conmemorativo en les mismas escalinatas.
Pero,
curiosamente, la revolución de Odessa de 1905 -consecuencia de la perdida
guerra ruso-japonesa- no tuvo esa masacre en las escalinatas tal como que se
reconstruye en la obra maestra de Eisenstein. Fue un mero homenaje -una sinécdoque, en palabras del realizador
soviético, las partes por el todo- en torno a la defensa de la población ante
el levantamiento de la marinería del acorazado Potemkin, que después fue
desguazado por el Gobierno zarista; lo cual no cuenta la famosa película.
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