Recientemente, se ha encontrado un film de gran valor socio-histórico, gracias al tarraconense Josep Banús, pues conservaba en su casa tres bobinas en nitrato de esta película muda. Hallazgo ha sido entregado a la Unitat d'Investigació de Cinema, de la Universitat Rovira i Virgili (URV), con el propósito que la Filmoteca de Catalunya restaure finalmente la cinta.
Heroísmos (1922) se rodó en 1922 cuando la Cruz Roja abrió un Hospital de Sangre en Tarragona, para atender a los heridos de la Guerra de Marruecos. Los recursos eran escasos y faltaba dinero, por eso se recaudaron fondos para realizar la película.
Rodada en diferentes lugares de la capital, podremos ver la Catedral, las Murallas, el Balcón del Mediterráneo, las casas señoriales, los jardines, el Club Náutico, la Torre de los Escipiones, el Puerto de Tarragona, etc., junto a Roda de Berà, Tamarit i Santes Creus; en fin, todo un testimonio de aquella época.
La película tenía unos 100 minutos de duración -por tanto, era un largometraje- y relata la historia de una niña huérfana, de 5 años, que pertenecía a la nobleza, de quien se enamora otro niño huérfano, pero que no es correspondido. Al final, ella dedicará su vida a la Cruz Roja y él se alistará en el Ejército español.
Interpretada por actores aficionados, miembros o colaboradores de la sección de Damas de la Cruz Roja, participaron algunas personas de la alta sociedad tarraconense, como Dolors Balcells, Empar Sanromà o Lluís Dalmau. El diseñador del espléndido cartel, Benigne Norregaard -que firmaba Francis Cidón- también actuó en el film.
El promotor de la idea fue Lluís Bonet Amigó, que fue el verdadero autor de Heroísmos, pues no sólo se ocupó de la dirección y montaje de la película, sino de todo el equipo técnico. Se estrenó en el Salón Moderno de Tarragona, el 7 de abril de 1922; después se proyectaría en Reus y Alicante, y se envió una copia de la Reina Victoria para ser exhibida en el Palacio Real. Con el tiempo, la película quedó en el olvido y se dio por desaparecida, acaso con la crisis de la Restauración y la inmediata Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).
En 2012, se descubrió un fragmento; la Filmoteca de Catalunya comunicó a la citada Unitat d'Investigació de Cinema de la URV la existencia de un nitrato procedente de Reus. Así se dio con los tres rollos de la película que conservaba Josep Banús en La Masó, que ha cedido para su restauración. La Filmoteca catalana sólo dispone de 22.000 euros; el resto -hasta 75.000- depende del interés de otros organismo oficiales para recuperar nuestro patrimonio histórico y cultural. De momento, la URV proyecta producir un documental en DVD para difundir Heroísmos.
Rodada en diferentes lugares de la capital, podremos ver la Catedral, las Murallas, el Balcón del Mediterráneo, las casas señoriales, los jardines, el Club Náutico, la Torre de los Escipiones, el Puerto de Tarragona, etc., junto a Roda de Berà, Tamarit i Santes Creus; en fin, todo un testimonio de aquella época.
La película tenía unos 100 minutos de duración -por tanto, era un largometraje- y relata la historia de una niña huérfana, de 5 años, que pertenecía a la nobleza, de quien se enamora otro niño huérfano, pero que no es correspondido. Al final, ella dedicará su vida a la Cruz Roja y él se alistará en el Ejército español.
Interpretada por actores aficionados, miembros o colaboradores de la sección de Damas de la Cruz Roja, participaron algunas personas de la alta sociedad tarraconense, como Dolors Balcells, Empar Sanromà o Lluís Dalmau. El diseñador del espléndido cartel, Benigne Norregaard -que firmaba Francis Cidón- también actuó en el film.
El promotor de la idea fue Lluís Bonet Amigó, que fue el verdadero autor de Heroísmos, pues no sólo se ocupó de la dirección y montaje de la película, sino de todo el equipo técnico. Se estrenó en el Salón Moderno de Tarragona, el 7 de abril de 1922; después se proyectaría en Reus y Alicante, y se envió una copia de la Reina Victoria para ser exhibida en el Palacio Real. Con el tiempo, la película quedó en el olvido y se dio por desaparecida, acaso con la crisis de la Restauración y la inmediata Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).
En 2012, se descubrió un fragmento; la Filmoteca de Catalunya comunicó a la citada Unitat d'Investigació de Cinema de la URV la existencia de un nitrato procedente de Reus. Así se dio con los tres rollos de la película que conservaba Josep Banús en La Masó, que ha cedido para su restauración. La Filmoteca catalana sólo dispone de 22.000 euros; el resto -hasta 75.000- depende del interés de otros organismo oficiales para recuperar nuestro patrimonio histórico y cultural. De momento, la URV proyecta producir un documental en DVD para difundir Heroísmos.