Ese genio del cine llamado Orson
Welles no debutó con el magistral Ciudadano
Kane (1941), considerado como uno de los mejores filmes de todos los
tiempos, sino con un largometraje titulado Too
much Johnson (1938), protagonizado por Joseph Cotten (foto).
Ciertamente, tres años antes que
realizara su película más emblemática, Welles rodó una película de 70 minutos
que había de servir como prólogo a los tres actos de la obra escénica homónima
que estaba preparando durante su etapa en el Mercury Theatre, y la cual se
creía desaparecida por el incendio de su casa de Madrid.
No obstante, el verano pasado
apareció una copia en un almacén de Italia, exhibiéndose en el célebre Festival
de Cine Mudo de Podenone. Y ahora se presenta en la Filmoteca de Catalunya y en
las otras cinematecas españolas, perfectamente restaurada. Según el especialista
Esteve Riambau, Too much Johnson, “es
una rareza, con el valor de la pieza arqueológica perdida y recuperada”.
Pobablemente, esta ópera prima de
uno de los grandes maestros del Séptimo Arte viajó con Orson Welles de Madrid a
Italia y acabó en un almacén. Al parecer, el incendio de su casa de Madrid no
fue tan aparatoso como decía el cineasta; pues de todos es conocida -según
algunos biógrafos- la fantasía de Welles al narrar hechos de su vida, como
cuando dijo ante la TV francesa que había visto una película de dibujos
animados realizada por Francisco Franco que nunca existió.
(Publicado en DE PELÍCULA, http://www.diarioya.es, 13-I-2014)
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