La gala de la
Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España provoca cada año
polémica en la prensa. Pero, una semana después del evento, quería hacer unas consideraciones no políticas sobre los galardones de este año.
La 28 edición de
los "Goya" han tenido dos protagonistas principales: David Trueba (foto) y su
film minoritario Vivir es fácil con los
ojos cerrados, que se llevó los seis premios más importantes, entre ellos
Mejor película, Director y Guión original y Actor (Javier Cámara); y otra
desmadrada cinta comercial de Álex de la Iglesia -ausente en la ceremonia (como
el ministro de Cultura) -, Las brujas de
Zugarramurdi, que obtuvo ocho "Goyas" técnicos. La perdedora fue La gran familia española, de Daniel Sánchez
Arévalo, que es una comedia destructiva sobre la institución familiar; mientras
Amour, del austríaco Michael Haneke,
una ambigua película sobre la eutanasia, obtuvo el "Goya" a la Mejor película
europea.
Por tanto, filmes
de low cost, como La herida, del debutante Fernando
Franco, y la galardonada de David Trueba -que tuvo muy poco éxito de público, y
ahora se reestrena en 60 salas de toda España- han sido los premios del cine
español de este año pasado de crisis, como comentó el presidente de la
Academia, el productor, distribuidor y exhibidor Enrique González Macho, dentro
de una gala bastante reivindicativa, sosa y soporífera, presentada con muy poca gracia por Manel
Fuentes.
Más emotivo resultó
el "Goya" de honor para el veterano Jaime de Armiñán, que tampoco estuvo
demasiado acertado en sus tristes comentarios de agradecimiento, así como los profesionales
españoles que han desaparecido este año: los tradicionales In memoriam de 2013 dedicados a Alfredo Landa, Sara Montiel, Manolo
Escobar, Pepe Sancho, Maruja Asquerino, Constantino Romero, Amparito Rivelles,
Lolita Sevilla... hasta los realizadores Bigas Luna y Jesús Franco, o el
productor Elías Querejeta -cuya hija, Gracia Querejeta, merecía ser premiada
por 15 años y un día-, entre muchos
otros.
Estamos en un
momento difícil para el cine autóctono, como ya hemos comentado en este blog. Esperemos que el Gobierno baje el IVA del actual 21 por ciento al 10%,
como ha hecho con respecto a la compra de obras de arte e implantado más dureza
en la piratería; pues las películas españolas siguen teniendo poca asistencia
de espectadores.
(Publicado en DE PELÍCULA, http://www.diarioya.es, 17-II-2014)
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