viernes, julio 10, 2015

EL CINEMA MUSICAL AMERICANO

 Versión musical de Las noches de Cabiria, de Fellini


Síntesis de la sesión que impartí en el curso de Els Juliols de la UB, Que arriben els Beatles! España 1965, en el Centre Cultural El Carme (Badalona), dirigido por Magí Crusells


El género musical arranca prácticamente con el nacimiento del sonoro, con THE JAZZ SINGER (Alan Crosland, 1927). El cine musical, no obstante, tuvo muchas variantes: desde las revistas de la calle 42, filmadas por Lloyd Bacon, hasta las operetas vienesas de Willi Forst, pasando por las películas dedicadas al lucimiento de cantantes de todo el mundo. Fue el género-rey de la época dorada de Hollywood, heredero del music-hall centroeuropeo y de los espectáculos de Broadway, que gozaría del fervor del público tradicional. Con todo, el género musical está injustamente infravalorado por las nuevas generaciones, por los jóvenes espectadores.

Sin embargo, uno de los grandes valores de los filmes musicales de los años treinta fue  devolver al cine la movilidad de cámara que había perdido por las exigencias del registro sonoro. La primeras películasde este popular género se debieron a Rouben Mamoulian: APLAUSSE (1929) y LOVE ME TONIGHT (1932), o al gran éxito de EL MAGO DE OZ (1939), de Victor Fleming, interpretada por Judy Garland, que contiene el famoso tema musical Over de Rainbow y un tratamiento del color que han pasado a la historia.

Asimismo, fueron muy importantes las variaciones caleidoscópicas de las coreografías de Busby Berkeley, que fueron un hito importante en el género durante los años 30 y 40 y el lanzamiento de cantantes, como Bing Crosby y Frank Sinatra, y de parejas bailarinas, como la mítica formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, con títulos tan famosos como SOMBRERO DE COPA (1935), de Mark Sandrick, que contó con “números” musicales antológicos. Los temas son de Irving Berlin.

Otro logro popular fue el film de Leo McCarey, LAS CAMPANAS DE SANTA MARÍA (1945), con el cantante Bing Crosby, o las películas del innovador Vincente Minnelli, CITA EN SAN LUIS (1944), con Judy Garland -producida por Arthur Freed- y EL PIRATA (1947), con Gene Kelly, uno de los grandes del musical, que ya había protagonizado antes con Sinatra LEVANDO ANCLAS (1945), de George Sidney. Este coreógrafo y bailarín -Gene Kelly- desarrolló nuevos conceptos y renovó el género: fundir en un todo acción, música y danza, que inició con UN DÍA EN NUEVA YORK (On the Town, 1949), codirigida por Stanley Donen, que está considerado como el primer musical moderno. La partitura es de Leonard Bernstein, que ganó el Oscar de Hollywood.

Con el nuevo Oscar conseguido por UN AMERICANO EN PARÍS (1951), también dirigida por Vincente Minnelli, el musical alcanzó un gran nivel artístico y la MGM se convirtió la productora especializada en el género, con títulos tan prestigioso como CANTANDO BAJO LA LLUVIA (1952), SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO (1955), ambos realizados por Gene Kelly y Stanley Donen, junto a los tres realizados por Minnelli, MELODÍAS DE BROADWAY (1953), BRIGADOON (1954) y GIGI (1958), con Leslie Caron y Maurice Chevalier, según la obra de Colette; o el codirigido por Stanley Donen y Michael Kid, SIETE NOVIAS PARA SIETE HERMANOS (1954), además de ELLOS Y ELLAS (1955), de Joseph L. Mankiewicz, con Marlon Brando, y ALTA SOCIEDAD (1956), de Charles Welters, remake musical de la comedia Historias de Filadelfia.

En esta época de oro del género también cabe destacar otros musicales no producidos por la Metro, como LOS CABALLEROS LAS PREFIEREN RUBIAS (1953), de Howard Hawks, NAVIDADES BLANCAS (1954), de Michael Curtiz, MI HERMANA ELENA (1955), de Richard Quine, UNA CARA CON ÁNGEL (1957), de Stanley Donen, y PORGY AND BESS (1959), de Otto Preminger, basada en la ópera homónima del compositor George Gershwin.

Aun así, a finales de los cincuenta, a causa de los elevados costos de producción, el género entró en un grave declive, limitándose a adaptar éxitos de los musicales de Broadway, política que continúa en la actualidad.

Y así llegamos a los años sesenta, década que nos ocupa en este curso dedicado a los Beatles. Es una década convulsa, como comentó en la sesión inaugural el historiador Andreu Mayayo. Pero en la cual se produce un renacimiento del cine musical, con películas tan famosas como WEST SIDE STORY (1961), de Robert Wise y Jerome Robbins,UN BESO PARA BIRDIE (1962), de George Sidney, MARY POPPINS (1964), de Robert Stevenson, MY FAIR LADY (1964), de George Cukor, SONRISAS Y LÁGRIMAS (1965), de Robert Wise, OLIVER (1968), de Carol Reed, EL VALLE DEL ARCO IRIS (1969), de Francis Coppola, SWEET CHARITY (1968), de Bob Fosse, HELLO, DOLLY (1969), de Gene Kelly, y un western musical LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE (1969), de Joshua Logan, según la obra de Lerner & Loewe.

Estas películas serían coetáneas de las que protagonizaron los Beatles: QUE NOCHE LA DE AQUEL DÍA (1964) y HELP! (1965), ambas de Richard Lester, o el film de animación YELOW SUBMARINE (1968), de George Dunning. Pero todo de todo ello hablará en la siguiente sesión el especialista Alejandro Iranzo, coautor con de Magí Crusells del libro The Beatles. Una filmografía musical.

Aunque por sus características, estilo y organización industrial, el musical no lograría trasplantarse más allá del cine americano, el género ha tenido su influencia en Francia, sobre todo en Jacques Demy, que lo abordó en LOS PARAGUAS DE CHERBURGO (1964) y, con menos éxito, en LAS SEÑORITAS DE RECHEFORD (1966), donde junto a Catherine Deneuve y su hermana Françoise Dorleac, incorporó al gran Gene Kelly como coprotagonista. Y sobre el musical español se ocupará a continuación el profesor Rafael de España.

Y así llegamos a la década de los setenta, con otros títulos destacables, que ganaron los Oscar de Hollywood, como EL VIOLINISTA EN EL TEJADO (1971), de Norman Jewison, coreografiada por Jerome Robbins, CABARET (1972) y ALL THAT JAZZ (1979), de Bob Fosse, precedida esta última del fenómeno Travolta, con FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE (1977), de John Badham, a la que seguiría GREASE (1978), y HAIR (1979), de Milos Forman, para entrar el declive del género con ANNIE (1982), de John Huston.  Mucho más adelante, en un intento de resurrección del musical, Alan Parker dirige EVITA (1996), y ya en este principio de siglo Baz Luhrmann realiza MOULIN ROUGE (2001) y Rob Marshall, CHICAGO (2002). Mientras que en el británico Tom Hooper triunfaría con su versión de LOS MISERABLES (2012).

Finalmente, la comedia musical clásica y, sobre todo, el difícil paso del cine mudo al sonoro, sería evocada a modo de homenaje por Michel Hazanavicius en THE ARTIST (2011). Estamos, por tanto, ante un género que nunca morirá para los buenos aficionados, y el cual he intentado sintetizar en esta breve disertación.

Bibliografía básica

ALTMAN, R.: Los géneros cinematográficos. Barcelona, Paidós, 2000.
BAXTER, J.: Hollywood in the thirties. New York, Zewmmer & Barnes, 1968.
FORDIN, H. : La comédie musicale américaine, París, Ramsay, 1987.
MUNSÓ CABÚS, J.: Cine musical. Madrid, T&B, 2005.
SANTOS FONTENLA, C.: El musical americano. Madrid, Akal, 1973.
SPEARS, J.: Hollywood. The Golden Era. South Brunswick, A. S. Barnes, 1971.
VALLANCE, T.: The American Musical. New York, Barnes, 1979.
WOOL, A. L.: Song from the Hollywood Musical Comedies, 1927 to the present: A Dictionnary. New York-London, Garland, 1976.

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