martes, septiembre 22, 2015

EL PRIMER "BIOPIC" DEL PAPA FRANCISCO


Cuatro días antes de su estreno comercial en diez salas de la Ciudad Condal, el arzobispado de Barcelona presentó la primera película no documental que se ha realizado sobre el Sumo Pontífice. Se trata de una coproducción hispano-argentina, titulada Francisco. El padre Jorge (2015), que ha sido recibida con cierta expectación y aceptación por parte de la crítica

Escrita y dirigida por el veterano cineasta gallego Beda Docampo (Vigo, 1948), ofrece una síntesis de la vida del actual Papa, desde su adolescencia hasta su elección el 13 de marzo de 2013. El film es una adaptación del libro Francisco, vida y revolución, de Elisabetta Piqué, la vaticanista argentina del diario La Nación, que conoció a Jorge Mario Bergoglio cuando fue nombrado arzobispo de Buenos Aires y durante el cónclave de 2005, cuando salió elegido Benedicto XVI.  
El relato se centra casi por igual en el biopic del Papa Francisco como en la misma biografía de la periodista; pues, al mismo tiempo que reconstruye la vida del padre Jorge desde la adolescencia, con su llamada vocacional, el ingreso en el seminario, los primeros años de sacerdocio, su gestión durante la dictadura militar y el servicio como obispo, centrando su labor pastoral en la lucha contra la pobreza, la prostitución, la explotación laboral, la droga y la corrupción, el realizador narra también el itinerario existencial de la periodista -Ana en la película, perfectamente interpretada por la actriz española Silvia Abascal-, con sus dudas ante la maternidad y su relación de pareja -rompe con él para tener su hija, que después bautizaría el padre Jorge pese a ser madre soltera-, y la amistad que ha mantenido con el nuevo Papa.
Esta doble biografía alaba la figura del Papa Francisco y nos permite conocer los años anteriores a su pontificado, detalles de su personalidad, austeridad y sentido del humor, así como su acción por los pobres y marginados -las periferias, que llama él-, o la capacidad de resistencia ante la acción poco ejemplar de los diversos gobiernos de su país. En este sentido, resulta muy representativa la entrevista que sostuvo con uno de los dirigentes políticos de la referida dictadura militar en favor de dos jesuitas secuestrados y la presidenta de la República Argentina en torno a la corrupción reinante, aunque no se mencionan los nombres.
         Francisco. El Padre Jorge sigue una tradición fílmico-televisiva de contar al público mundial la vida de los grandes papas, si bien la mayoría de estas películas han sido rodadas para televisión y han salido directamente al mercado del vídeo. Nos referimos a Juan XXIII, el papa de la paz (2002), de Giorgio Capitani, o El Papa Juan Pablo II (2005), de John Kent Harrison. Al parecer, asimismo hay otras producciones que están a punto de entrenarse en la pantalla grande.
          Pero si algo destaca especialmente en este film de casi dos horas, rodado directamente para el cine, es la excelente interpretación del argentino Darío Grandinetti, que encarna la figura de nuestro protagonista con naturalidad y convicción. Y aunque este gran actor se ha declarado ateo, ofrece un recital con su actuación. Dejemos que hable el propio Grandinetti: “Hacer de Papa no es un papel más, y mucho menos este, que a mí me gusta mucho. No por compatriota, por lo que está haciendo yo lo encuentro como un líder político mundial y la dirección en la que va me gusta: su mirada hacia las minorías, tratar de encontrar la paz en Medio Oriente y juntar Estados Unidos y Cuba... Nos presentamos y alguien le dijo que yo era el actor que iba a hacer de él en la película. Dijo que ya estaba al tanto de que se estaba rodando (...) Los actores actores preguntamos cosas raras para la actuación. A mí me habría gustado saber cuál fue el momento en el que deseó ser Papa. Sé que en este último Cónclave no lo fue, pero estoy casi seguro de que al menos debe haber fantaseado con ello. Pero, bueno, puse en funcionamiento la imaginación, porque creo que Bergoglio es un animal político, un hombre con convicciones políticas. O más bien ideológicas. Corrijo, porque en la Argentina a veces se asustan un poco con esto”. (Bárbara Ayuso, “Darío Grandinetti: El Papa no es un papel más” (Entrevista), en ABC, 18 de septiembre de 2015, p. 66).
      Del trabajo de este actor -aunque no se parece demasiado al padre Jorge-, manifestó el mismo periódico el crítico Antonio Weinrichter: “Al éxito de la empresa, del biopic digo, contribuye un excelente Darío Grandinetti que se enfrenta al reto eludiendo toda untuosidad, con una facilidad  tan pasmosa como la que se proyecta el auténtico padre Jorge. Sólo una reflexión: si el personaje es como aquí nos lo presentan, se sentirá horririzado en su modestia de aparecer como un santo” (Antonio Weinrichter, “Vida y milagros de un hombre bueno”, en ABC, 18 septiembre de 2015; reseña que califica la película con 3 estrellas.)
Rodada en escenarios naturales bonarenses y romanos, además de escenas filmadas en el Vaticano -la Capilla Sixtina se reproduce en decorados autorizados-, cuenta con una espléndida banda sonora de temas clásicos -Bach, Mozart, Beethoven- y un popular tango de Carlos Gardel, El día que me quieras. El film incluye algunos documentales sobre el auténtico Jorge Mario Bergoglio. Asimismo, la ambientación está muy cuidada, con una brillante fotografía y un ritmo que arrastra en todo momento al espectador sobre la vida sin milagros -muy franciscana- de un Pontífice que ha manifestado le gustaría “ser recordado como un buen tipo, que hizo lo que pudo”.  


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