Nueva relación de filmes, que recomiendo para un público amplio. Como en las nueve anteriores listas, las películas señaladas con un asterisco (*) pueden gustar también especialmente a espectadores de Tercera edad.
Entre paréntesis, sigo indicando los títulos que gustarán primordialmente a los cinéfilos, y ahora añado también filmes más dirigidos a menores. Asimismo, incluyo en este nuevo listado 40 grandes películas del género histórico, que pueden gustar a todo tipo de público, sobre todo familiar.
Últimos estrenos:
- Amateurs*
- Appaloosa*
- Bella*
- Bolt (menores)
- El caballero oscuro (cinéfilos)
- Che: el argentino
- The Fall: el sueño de Alejandría (cinéfilos)
- Hace mucho tiempo que te quiero*
- High School Musical 3 (menores)
- El infierno vasco*
- El intercambio*
- La isla de Nim (menores)
- La leyenda de Santa Claus (menores)
- Los limoneros*
- Madagascar 2 (menores)
- El niño con el pijama a rayas*
- Los niños de Huang Shi (cinéfilos)
- La ola
- Peregrinos (cinéfilos)
- Red de mentiras
- El tren de las 3:10
- El último voto*
- Wall-E (menores)
CLÁSICOS DE CINE HISTÓRICO
Amadeus (1984), de Milos Forman. USA. Color - 158 minutos.
Reconocida sinfonía visual, que pone en brillantes imágenes una discutida pieza teatral sobre la vida del músico Salieri en torno al maestro Mozart. La Viena del siglo XVIII está perfectamente evocada.
Becket (1964), de Peter Glenville. Gran Bretaña. Color - 140 minutos.
Relata el enfrentamiento entre el arzobispo de Canterbury –después santo Tomás Becket– y el rey de Inglaterra, Enrique II Plantagenet. Basada en la obra escénica de Jean Anouilh, ofrece un recital de Peter O’Toole y Richard Burton.
Ben-Hur (1959), de William Wyler. USA. Color - 200 minutos.
Una de las películas más premiadas de la historia del cine. Basada en la novela de Lewis Wallace, se trata de un film-espectáculo con secuencias inolvidables (por ejemplo, la famosa carrera de cuádrigas).
55 días en Pekín (1963), de Nicholas Ray. USA. Color - 144 minutos.
Narra la revuelta anticolonial de los bóxers en la China de 1900. Sin duda, junto a El Cid, la mejor producción de Samuel Bronston rodada en nuestro país. Posee un cuadro interpretativo de primer orden.
Cinderella Man (2005), de Ron Howard. USA. Color - 144 minutos.
Biografía novelada del boxeador Jim Braddock, que alcanzó el título mundial durante la Depresión económica. Perfectamente ambientada en los años treinta, destaca el trabajo interpretativo de Russell Crowe.
Cromwell (1970), de Ken Hughes. Gran Bretaña. Color - 145 minutos.
Evocación histórica de la Revolución del siglo XVII inglés. Notable creación de de Richard Harris como el líder puritano y del inolvidable Alec Guinness como Carlos I. Hay una más reciente película británica sobre la misma época: Matar a un rey (2004).
Cyrano de Bergerac (1990), de Jean-Paul Rappeneau. Francia. Color - 138 minutos.
Nueva versión de este célebre personaje, basado en el drama romántico de Edmond Rostand (1897). La acción se desarrolla en la Francia del siglo XVII. Espléndida creación de Gérard Depardieu como Cyrano. El texto es en verso.
Los Diez Mandamientos (1956), de Cecil B. DeMille. USA. Color - 210 minutos.
Una de las grandes superproducciones de Hollywood. Con un reparto de excepción, el especialista DeMille –que ya llevó esta historia bíblica a la pantalla muda– logra un film tan poco riguroso como espectacular.
Doctor Zhivago (1965), de David Lean. USA. Color - 189 minutos.
Basada en la famosa novela de Boris Pasternak, relata una historia romántica en el marco de la Revolución rusa. Bien ambientada e interpretada, se popularizó mucho su leit-motiv musical.
Enrique V (1989), de Kenneth Branagh. Gran Bretaña. Color -137 minutos.
Brillante puesta en escena de la obra de Shakespeare, Henry V (título con el que este film fue presentado en España). El actor y director Kenneth Branagh ofrece un gran recital interpretativo, que no desmerece de la primera versión de Laurence Olivier (1944).
Espartaco (1960), de Stanley Kubrick. USA. Color - 190 minutos.
Ambiciosa superproducción sobre la célebre rebelión de los esclavos en el siglo I. Perfectamente ambientada e interpretada, contiene secuencias espectaculares junto a otras intimistas de carácter romántico-sentimental.
Éxodo (1960), de Otto Preminger. USA. Color - 205 minutos.
Basada en la novela de León Uris, relata el nacimiento del Estado de Israel (1953), de forma dramatizada. Película-río, con notable creación de tipos, muy bien realizada por Preminger. Inferior es la más reciente película análoga Oh Jerusalén.
Gandhi (1982), de Richard Attenborough. Gran Bretaña-India. Color - 170 minutos.
Biografía novelada del célebre líder indio, realizada con gran despliegue de medios y rigor histórico. Posee un fondo claramente pacifista y resulta un espectáculo de categoría.
El Gatopardo (1963), de Luchino Visconti. Italia. Color - 205 minutos.
La famosa novela de Giuseppe di Lampedusa puesta en escena con enorme brillantez por Visconti. Evoca la época del Rissorgimento y la unificación italiana, haciendo un paralelismo histórico con el contexto político de su país.
Gladiator (2000), de Ridley Scott. USA. Color - 152 minutos.
A caballo de los filmes La caída del Impero Romano y Espartaco, esta ambiciosa superproducción intentó recuperar el género peplum, aunque con un tono próximo al western. El espectáculo y los efectos digitales son de primer orden.
Grita libertad (1987), de Richard Attenborough. Gran Bretaña. Color - 154 minutos.
Una denuncia del apartheid sudafricano, a través de la tragedia del carismático líder de la “conciencia negra” Steve Biko, y del periodista liberal Donald Woods. Esta película, junto con Un mundo aparte (Chris Menges, 1988), acaso contribuyó al cambio político de ese país.
Un hombre para la eternidad (1966), de Fred Zinnemann. Gran Bretaña. Color - 115 minutos.
Obra maestra del cine histórico inglés, que evoca con perfección el reinado de Enrique VIII. Basado en la pieza escénica de Robert Bolt, se centra en el martirio de Sir Thomas Moro.
Hotel Rwanda (2004), de Terry George. Gran Bretaña. Color - 121 minutos. Basado en una historia verídica, relata el drama de un gerente de hotel que salvó a numerosos refugiados durante la masacre de los hutus a tutsis en Ruanda (un millón de muertos, en el genocidio de 1994). Otra buena película análoga es Disparando a perros.
Ivanhoe (1952), de Richard Thorpe. USA. Color - 102 minutos.
Rodado en exteriores británicos, traduce en imágenes la célebre novela romántica de Walter Scott. En la misma línea hollywoodiense, este realizador dio a luz Los caballeros del rey Arturo (1954). Ambas fueron protagonizadas por Robert Taylor.
Jesús de Nazaret (1978), de Franco Zeffirelli. Italia-Gran Bretaña. Color - 230 minutos.
Una de las mejores versiones sobre la vida de Jesucristo, narrada con la grandiosidad y sencillez del Evangelio. Con un reparto de famosos, combina el realismo y la emoción con el tono didáctico y espectacular. Se editó también para televisión.
J.F.K.: Caso abierto (1991), de Oliver Stone. USA.Color & Blanco y negro - 189 minutos. Impresionante puesta en imágenes del “informe Garrison” sobre el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy (1963). La evocación de una época conflictiva, así como la recreación de ambientes y tipos, son notables. Después realizaría Nixon (1995).
La inglesa y el Duque (2001), de Eric Rohmer. Francia. Color - 128 minutos. Polémica mirada sobre la Revolución francesa, desde la perspectiva de una bella dama inglesa que sufrió la época del Terror. Los efectos digitales del maestro Rohmer también son de primer orden.
Lawrence de Arabia (1962), de David Lean. Gran Bretaña-USA. Color - 222 minutos.
Espectacular superproducción del especialista David Lean, con un reparto y escenarios naturales espléndidos. Narra la historia de este célebre oficial británico (encarnado por Peter O’Toole) que se convirtió en líder del pueblo árabe.
El león en invierno (1968), de Anthony Harvey. Gran Bretaña. Color - 128 minutos.
Film un tanto desmitificador del Medievo, basado en una obra escénica. Ahora es O’Toole (Enrique II Plantagenet, quien había mandado matar a Thomas Becket) el que se enfrenta con Katharine Hepburn (Leonor de Aquitania).
El loco del pelo rojo (1956), de Vincent Minnelli. USA. Color - 122 minutos. Magistral película de Minnelli sobre la vida y obra de Van Gogh. Basado en una novela de Irving Stone, reproduce la estética del famoso pintor (muy bien recreado por Kirk Douglas).
Una mente maravillosa (2001), de Ron Howard. USA. Color - 123 minutos. Biografía novelada de John Forbes Nash, Premio Nobel en Ciencias Económicas (1994), que evoca una época de la Guerra Fría en Estados Unidos. Excelente interpretación de Russell Crowe.
Michael Collins (1996), de Neil Jordan. Irlanda. Color - 130 minutos. Otra biografía novelada, ahora de uno de los grandes dirigentes del IRA. Notable reconstitución histórica, con una buena creación de Liam Nelson como Collins. Fue muy polemizada en Inglaterra.
1492: La conquista del paraíso (1992), de Ridley Scott. Gran Bretaña-Francia-España. Color - 162 minutos. Evocación histórica del descubrimiento y conquista española de América, con motivo del 5º Centenario. Ridley Scott –como después haría con El reino de los cielos (2005) sobre las Cruzadas– ofrece una visión crítica desde la perspectiva actual.
La Pasión de Cristo (2003), de Mel Gibson. USA. Color - 127 minutos.
Una de las mejores versiones sobre las últimas horas de Jesucristo, que sería polemizada por sus crudas imágenes. Es una pieza artística de gran categoría. Jim Caviezel encarna la figura de Cristo inspirado en las pinturas de Caravaggio.
El patriota (2000), de Roland Emmerich. USA. Color - 164 minutos. Brillante film-espectáculo, que evoca un episodio de la independencia de Estados Unidos. Realizado por el autor de Independence Day, con el tono propagandístico que le caracteriza, está muy bien interpretado por Mel Gibson.
El pianista (2001), de Roman Polanski. Francia-Gran Bretaña-Alemania-Holanda-Polonia. Color - 143 minutos.
Obra maestra sobre el Holocausto –mucho más comedida que La lista de Schindler–, que le valió a Polanski el Oscar como mejor director. Narra la odisea del pianista Szpilman en el ghetto de Varsovia.
Quo Vadis? (1952), de Mervyn LeRoy. USA. Color - 164 minutos.
Una de las más célebres películas “de romanos”, basada en la novela de Sienkiewicz. Aunque posee poco rigor histórico, está rodada en escenarios naturales romanos y con decorados reconstruidos. Destaca la creación de Peter Ustinov como Nerón.
Ran (1985), de Akira Kurosawa. Japón. Color - 150 minutos. En la línea de la también magistral Kagemusha (1980), el gran Kurosawa evoca el feudalismo nipón del siglo XVI. Basado en el Rey Lear shakesperiano, está realizada dentro de la tradición estética japonesa.
Tierra de faraones (1955), de Howard Hawks. USA. Color - 102 minutos. Acaso la mejor película sobre el Antiguo Egipto. El guión es de William Faulkner. Narra la construcción de la pirámide de Keops. Pese a que es una visión hollywoodiense, puede servir también para “ilustrar” pedagógicamente ese período.
El tormento y el éxtasis (1965), de Carol Reed. Gran Bretaña. Color - 135 minutos. Adaptación de otra novela de Irving Stone. Trata del conflicto entre Miguel Ángel y Julio II con motivo de los frescos de la Capilla Sextina. Charlton Heston encarna al gran artista del Renacimiento y Rex Harrison al Papa. Notable reconstitución de esa época.
Tucker, un hombre y su sueño (1988), de Francis Coppola. USA. Color - 106 minutos. Biografía novelada de Preston Tucker, uno de los innovadores de la industria del automóvil. Perfecta evocación de la Norteamérica de posguerra. Jeff Bridges es el “héroe” protagonista, tan soñador e incomprendido en su tiempo como el propio Coppola.
La túnica sagrada (1953), de Henry Koster. USA. Color - 135 minutos.
Primera película en Cinemascope, que pone en escena la época de Cristo. Tuvo una continuación: Demetrius y los gladiadores (1954), de Delmer Daves, también con Victor Mature como protagonista.
Ulises (1954), de Mario Camerini. Italia-USA. Color -103 minutos.
Se trata de una lograda adaptación del mito de Homero, que relata con buen pulso cinematográfico las aventuras de Ulises (interpretado por Kirk Douglas). Silvana Mangano encarna a Penélope.
¡Viva Zapata! (1952), de Elia Kazan. USA. Blanco y negro - 113 minutos. Biografía novelada de este líder de la Revolución mexicana de 1910, que también le sirve a Kazan para sacarse la espina del maccarthismo. Gran creación de Marlon Brando.
¡Vivir! (1994), de Zhang Yimou. China. Color - 135 minutos. Auténtica obra de arte del más prestigioso cineasta chino actual. A través de la tragedia de una familia, evoca con enorme precisión y sobriedad la historia de su país durante los años 40-60.