martes, marzo 22, 2011

"ENCONTRARÁS DRAGONES", DE ROLAND JOFFÉ, O LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Y LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA VISTA POR UN BRITÁNICO


El viernes, día 25 de marzo, se estrena en toda España Encontrarás dragones,
una película que dará qué hablar. Aquí va mi amplia reseña crítica


Aunque There Be Dragons (2011) se sitúa en unos momentos tan polémicos como la Guerra Civil española (1936-1939), no deja ningún mal sabor de boca en el espectador sin prejuicios. Su coproductor, guionista y realizador, el británico Roland Joffé, ha visto este conflicto con ojos bastante imparciales, y también con gran acierto el compromiso espiritual y moral expuesto en la trama; pues trata de la persecución religiosa a través de la figura de san Josemaría Escrivá de Balaguer, pero no se propone hacer un diagnóstico del complejo problema político o social. Me explicaré más abajo con la sinopsis del filme.

UN CINEASTA DE CATEGORÍA.- Nacido en el seno de una familia judía, Roland Joffé (Londres, 1945) es autor de una premiada trilogía: Los gritos del silencio (1984), La Misión (1986) y La ciudad de la alegría (1992). Y cuenta en su haber con títulos tan acreditados como Creadores de sombras (1989), La letra escarlata (1995) y Vatel (2000). Ahora, tras realizar cintas menores y series para TV, ha vuelto a la pantalla grande con una película asimismo ambiciosa, ya que toca temas tan trascendentes como la libertad, el idealismo político, la persecución religiosa, el amor –divino y humano–, la amistad, el odio, la traición, los errores, la culpabilidad, el perdón, la reconciliación, el dolor, la paz; en definitiva, la búsqueda del sentido de la vida. Todo ello, en el marco de una historia épica, evocando hechos verídicos y un personaje real: el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, que sería canonizado por la Iglesia Católica en el año 2002.

Un joven periodista, Robert, que tuvo una mala relación con su autoritario padre, Manolo Torres –quien durante la guerra civil fue un espía de los nacionales en las filas republicanas, y se prendó de una joven húngara de las Brigadas Internacionales, amante del líder anarquista Oriol–, investiga sobre el pasado de uno de los amigos de su padre, para escribir un libro. Éste es Josemaría, que había coincidido con Manolo en el seminario, y en 1928 fundaría el Opus Dei. A través de su denodada búsqueda, Robert dilucidará la actitud comprometida de ambos, descubrirá sus orígenes y se encontrará también a sí mismo.

El primer guión de esta película –original de la norteamericana Barbara Nicolosi–se había ofrecido antes a Alejandro González Iñárritu (Biutiful) y al cineasta británico Hugh Hudson (Carros de fuego). Pero al caer en manos de Roland Joffé, no sólo aceptó el proyecto sino que reescribió totalmente el guión y se hizo coproductor. Veamos, por tanto, cuál es su postura como autor, clarificando al mismo tiempo el enigmático título del filme: “Los mapas medievales calificaban los territorios desconocidos con las palabras Hic sunt dracones, ‘aquí hay dragones’. Cuando comencé a investigar sobre el tema y a escribir el guión, dado que realmente no sabía lo que me esperaba ni cómo acabaría, Encontrarás dragones me pareció un título apropiado. Era como si me saliera de mi mapa y me adentrara en un territorio inexplorado al tocar temas como qué es la santidad, temas de religión y de política del siglo XX, el pasado de otro país. Me había golpeado la afirmación de Josemaría: ‘A Dios se le encuentra en la vida ordinaria’, y esa vida ordinaria, en aquel momento, fue la Guerra Civil española. Me pregunté: ¿cómo es posible encontrar lo divino en la guerra? Pero la misma pregunta puede hacerse sobre los desafíos fundamentales de la vida, y sobre la manera en que los afrontamos: cómo respondemos al odio y al rechazo, o al deseo de venganza y justicia. Todos esos dilemas aumentan en tiempo de guerra. Estos dilemas son, en cierto sentido, los 'dragones' de la película, momentos de inflexión en nuestras vidas en los que afrontamos opciones decisivas. Opciones que afectarán a nuestro futuro”.

SANTIDAD EN LA VIDA ORDINARIA.- Asimismo, Joffé –que se manifiesta agnóstico, trotskista en su juventud y tres veces divorciado– ha remarcado que el cristianismo predica el amor y que las enseñanzas de san Josemaría fomentan una relación con Dios a través de cosas muy sencillas: cocinar, pasar el tiempo con la familia o, incluso, tener una discusión. “Ésta es una película sobre lo que significa ser santo hoy en día. La reconciliación importa. La vida es una oportunidad para amar. Es una elección, y en ella uno se hace libre. El odio no te hace más libre. Cuando amas de verdad, sientes como una bocanada de libertad; piensas: Dios mío, he elegido esto y es precioso”.

Rodado en inglés y en escenarios naturales de Argentina y España, el filme está perfectamente ambientado en tres épocas: principios del siglo XX, el período bélico y la década de los ochenta. Arranca con la muerte en Roma de Josemaría Escrivá (26 de junio de 1975), para en diversos flash-back narrar todo un apasionante relato. Una historia inspirada en hechos reales, pero un tanto novelada y con romances incluidos.

OTRA VISIÓN DE LA GUERRA DE ESPAÑA.- Como apuntábamos más arriba, el conflicto bélico español ha sido abordado con precisión por el cineasta británico. Por eso, pienso que vale la pena reproducir sus clarificadoras declaraciones: “La Guerra Civil española era también complicada de afrontar. Hubiera sido fácil tomar partido, pero de este modo hubiese traicionado el eje central de la actitud con que quería contar esta historia. La historia, como bien se sabe, es partidista, escrita por los vencedores y reescrita por los vencidos. Muchos creerán el rumor o la leyenda que les parecerá más agradable y estoy seguro que tendremos que afrontar ciertas opiniones sobre lo que es o era el Opus Dei, sobre quién era Josemaría, y sobre lo que realmente fue la Guerra Civil española. Quise mostrar lo que sucedió en España durante la guerra civil sin espíritu partidista. De hecho, España vivió, en un período de tiempo muy condensado, lo que Gran Bretaña, por ejemplo, experimentó y absorbió durante un centenar de años: Revolución industrial, ideología de lucha de clases, sin contar que España había perdido su Imperio y la estabilidad económica. Para la sociedad española, era muy fácil fracturarse y, según la mentalidad de la época, era muy fácil abrazar opiniones totalmente opuestas y radicales sobre la justicia social, el papel de la Iglesia, etc. Al final, según es propio de la naturaleza de estas tensiones sociales, las posiciones extremas comenzaron a marginar a las demás. Con la debilitación del centro, los dos polos opuestos empezaron a hacerse más fuertes. En la Guerra Civil española los dos bandos tenían ideales y su propio sentido de los valores. Como los movimientos políticos del resto de Europa, las personas de los dos lados de la demarcación política comenzaron a demonizar al otro campo. Pero las divisiones, que en Europa se convirtieron en divisiones nacionales, en España fueron fratricidas y dejaron heridas psicológicas profundas y difíciles de cicatrizar. Lo que sucedió en España fue una herida que realmente desgarró a familias de la manera más dolorosa y atroz. El hermano tomó una opción diferente a la de su hermano, ¿pero esto significa que ya no eran hermanos? Si esto significa que ya no eran hermanos, si queremos matar a nuestros hermanos a causa de aquello en lo que creemos, entonces, ¿no tendremos que preguntarnos por el valor de nuestras opciones?”.

Sin caer, pues, ante el fácil maniqueísmo ni en la parcialidad acostumbrada en estos temas, Encontrarás dragones es una película que hará reflexionar seriamente al espectador; a la vez que por su hondura y dinamismo –las secuencias bélicas son impresionantes– provocará también el interés del gran público.

UN BIOPIC EJEMPLAR.- Es más, posee un arranque francamente logrado, pues en dos trazos retrata a los personajes, al tiempo que nos introduce en el drama que después veremos. Además, las escenas íntimas resultan muy conseguidas –sobre todo, los pasajes de Barbastro y Madrid–, y nunca decae la acción, que mantiene en vilo al espectador. Se nota que hay un maestro tras la cámara: Roland Joffé, quien sin duda ha realizado una obra magistral, de la misma altura artística que The Killing Fields y The Mission. No me extrañaría que volviera a optar a los Oscar de Hollywood.

No obstante, parte de este mérito hay que atribuirlo también al sufrido cuadro interpretativo. Sin duda, protagonistas e intérpretes secundarios están espléndidos y dan perfectamente los tipos. Desde Charlie Cox, como Josemaría Escrivá, y Wes Bentley, como su amigo Manolo Torres, hasta Douglas Scott, como Robert, Rodrigo Santoro, como el miliciano Oriol, o la antigua “chica Bond” Olga Kurylenko, como la joven húngara Ildiko, pasando por Geraldine Chaplin, Ana Torrent, Jordi Mollà y Unax Ugalde, por no citar más, todos encarnan con credibilidad sus respectivos personajes. El diseño de producción del "oscarizado" Eugenio Zanetti, la dirección de fotografía de Gabriel Beristain, el vestuario de la también "oscarizada" Ivonne Blake y la música de Stephen Warbeck (asimismo Oscar de la Academia por Shakespeare in Love) son excelentes.

Personalmente, he de añadir que me ha encantado e incluso conmovido There Be Dragons; pues muestra la figura de san Josemaría Escrivá y su mensaje de santificación en medio del mundo, en la vida ordinaria, con mucho respeto y agudeza intelectual, sin atisbo de prédica e insistiendo con inteligentes metáforas y situaciones dramáticas en la idea principal que presenta el filme: el perdón. Más en esta sociedad contemporánea, que difícilmente perdona y olvida. Un tema que ya estaba presente, a modo de constante creadora, en la referida trilogía de Roland Joffé.

Se trata, en definitiva, de un biopic ejemplar, alejado de las biografías de santos a las que antaño nos tenían acostumbrados el cine español y también los filmes estadounidenses. Por tanto, ha tenido que ser un cineasta británico de origen francés quien nos aproximara con mayor rigor a un tema tan controvertido como la Guerra Civil española y la persecución religiosa que tuvo lugar dentro de ella. Ahora falta que el público mundial lo aprecie y responda ante su propuesta.
(Publicado en http://www.diarioya.es/, 21-III-2011)

Por eso les recomiendo encarecidamente la visión de esta gran película.
Y, en todo caso, espero sus opiniones en este weblog.

miércoles, marzo 16, 2011

PELÍCULAS RECOMENDADAS (16)


Nueva lista de filmes de estreno recomendables para todos los públicos y buenos aficionados (por orden albabético de títulos):



- BICICLETA, CUCHARA, MANZANA (documental)

- BIENVENIDOS AL SUR

- 127 HORAS

- COPIA CERTIFICADA (cinéfilos)

- DE DIOSES Y HOMBRES

- EL DISCURSO DEL REY

- ENCONTRARÁS DRAGONES

- ENREDADOS (menores)

- EL ESTUDIANTE

- MÁS ALLÁ DE LA VIDA

- EL OSO YOGUI (menores)

- RANGO (jóvenes)

- EL ÚLTIMO BAILARÍN DE MAO

- TAMBIÉN LA LLUVIA

- VALOR DE LEY

- WINTER'S BONE (cinéfilos)






lunes, febrero 28, 2011

LOS OSCAR DE HOLLYWOOD PARA "EL DISCURSO DEL REY"

Colin Firth con su merecido galardón

Muy repartidas estuvieron los estatuillas doradas correspondientes a las películas del año 2010. Como ya han sido valoradas por todos los medios de comunicación, me centro más aquí en la película que triunfó


La 83ª edición de los Oscar de la Academia se recordará como aburrida, soporífera, discursiva y un tanto aburrida. Pero las películas premiadas aumentarán su recepción mundial y rendimiento en taquilla.

La principal vencedora de la gran noche de Los Ángeles ha sido El discurso del rey, el espléndido biopic británico de Tom Hooper, con las cuatro estatuillas más preciadas: Mejor película, director, guión original y actor protagonista.

Empatada con este filme, ha sido Origen, aunque que ha llevado Oscars más técnicos, seguida de La red social, con tres, y The Fighter y Alicia en el País de las Maravillas, con dos. Mientras el remake de Valor de ley se fue de vacío.

Pocos días antes de la concesión de los Oscar de este año, la SER me entrevistó a través de Ràdio Barcelona, sobre la película que previsiblemente iba a ganar. Éstas son las respuestas que di a la periodista MARIA MARTÍ, que reclamaba mi visión como historiador:

- The King’s Speech es rigurosa, pero se centra demasiado en el problema personal del futuro rey de Inglaterra. No obstante, el contexto sociopolítico de la época -el período de entreguerras- está bien evocado, así como los personajes principales y la ambientación en escenarios naturales británicos. Tom Hooper (nacido en Londres, en 1972) es un notable director, guionista y productor de TV, apenas conocido en la pantalla grande, que se consagrará en el cine si consigue los Oscars de Hollywood, gracias también a la gran interpretación del galán Colin Firth, como Jorge VI, y del veterano Geoffrey Rush, como el logopeda Lionel Logue (actor que ya había ganado la estatuilla dorada por Shine, encarnando la vida del pianista David Herlfgott).

- Jorge VI era el segundo hijo del Jorge V de Inglaterra y el sexto de la dinastía Hannover (que se inició en 1714), de la casa de Windsor. Bertie (Alberto, su primer nombre de pila) sucedió a su hermano Eduardo VIII, en 1936, cuando murió su padre y aquél renunció al trono (sólo estuvo 325 días reinando) para casarse con una plebeya, la Sra. Simpson, una norteamericana dos veces divorciada.

- Coronado en la Abadía de Westminster, en 1937, antes del estallido de la II Guerra Mundial, Jorge VI viajó a Estados Unidos y Canadà. Durante la gran conflagración bélica, pese a las recomendaciones del Gobierno, decidió permanecer en Londres, visitando las zonas afectadas por los bombardeos alemanes y a las tropas británicas en los frentes. Fue el último emperador de la India (1950) y rey de Irlanda (1949). Murió en 1952, a causa de un cáncer de pulmón, sucediéndole su hija mayor, Isabel II, hasta hoy. Había nacido en 1895.

- Tal como aparece en el filme, era tartamudo (como se comprobó en su pretendido discurso de las Olimpíadas de 1924, con el cual se inicia la película). Y existió realmente este logopeda y actor frustrado, que le ayudó y sería su amigo. Agradecido por sus servicios, el rey le nombró Lord. Lionel Logue consiguió aliviar su tartamudez -que Jorge VI padeció toda la vida-, que superara su complejo y recuperada la autoestima propia y de la misma nación, del Imperio británico.

- El discurso que titula la película fue real, y un rey tartamudo pudo hacer frente al miedo ante el nazismo -recuérdese que su hermano había simpatizado con el régimen hitleriano- e infundir moral y esperanza a su país en guerra.

Por tanto, si alguno no ha visto El discurso del rey, se la recomiendo encarecidamente.

lunes, febrero 14, 2011

"TAMBIÉN LA LLUVIA", DE ICÍAR BOLLAÍN, UNO DE LOS FILMES ESPAÑOLES MÁS IMPORTANTES DEL 2010

La última película de la actriz y directora Icíar Bollaín no fue la gran triunfadora de la XXV edición de la sonada Gala de la Academia Española. Sólo tuvo tres "Goyas", pero en la opinión de muchos especialistas -entre ellos los miembros del Círculo de Escritores Cinematográficos, que recibió los principales galardones- es el mejor filme del pasado año. He aquí mi reseña crítica
Bolivia, año 2000. Un equipo cinematográfico español aterriza en este sufrido país andino para rodar un filme sobre la llegada de Colón. A tal fin, el productor –el duro y pragmático Costa– contrata a numerosos extras para interpretar a los nativos; mientras el director –el idealista y sensible Sebastián– se atreve a dar un papel principal al indígena Daniel, un luchador por las libertades de su pueblo. En pleno rodaje, en la localidad de Cochabamba estalla la famosa Guerra del Agua (a causa de la pretendida privatización de una multinacional), que pondrá en peligro la realización de la película. Pero Costa y Sebastián no podrán quedar al margen de la violencia gubernamental y se implican personalmente en el conflicto.

Cine dentro del cine, es la nueva realización de Icíar Bollaín. Una obra artística de categoría, que fue seleccionada por la Academia Española para representar a nuestro país en los Oscar de Hollywood 2010, pero que al final no sería nominada al Mejor filme de habla no inglesa.

No obstante, el libreto se debe a un cineasta extranjero: Paul Laverty –el habitual guionista de Ken Loach–, hoy unido sentimentalmente a la directora madrileña. Así relata Bollaín, ya lejos de su notable trabajo como actriz, la génesis de su sexta película: "El guión de También la lluvia ha seguido un camino largo, de varios años. Paul (Laverty) empezó escribiendo un argumento enteramente de época, que cubría los viajes de Colón, sus primeros años en el Nuevo Mundo, y después continuaba con Bartolomé de las Casas. Era un guión muy compacto y apasionante, pero Paul decidió traer esa historia al presente, y relacionar aquella explotación y resistencia indígena encontrada por los españoles en el siglo XVI con lo que ocurre actualmente en Latinoamérica.
La Guerra del Agua, ocurrida en el año 2000 en Cochabamba, era un buen ejemplo de resistencia civil ante la privatización de un bien tan preciado y vital como el oro: el agua. En el guión, Paul logra relacionar las dos cosas contando el rodaje de una película de época en Bolivia.
A mí, cuando lo leí, me pareció un enorme y apasionante reto, porque como directora tenía que contar de alguna manera tres películas en una: por un lado, rodar una película de época, por otro, contar el conflicto del agua y por último, narrar el rodaje y el viaje personal de los personajes principales, Sebastián y Costa, y las decisiones que van tomando a medida que se complican las cosas, ya que el conflicto va interfiriendo poco a poco en el rodaje de la película.
En medio de las tres historias, tanto en el montaje como en el rodaje, he intentado siempre encontrar aquellos momentos que mostraran la evolución del personaje. A veces era una mirada, otras veces un momento de soledad del personaje, y en ocasiones el silencio. Porque siempre tuve claro que el conflicto y la emoción de la película surgían del choque de estos dos personajes y de la percepción de Costa de otra realidad, mucho más cruda, mucho más dura: en esa realidad vive Daniel".

Francamente, Icíar Bollaín ha salido muy airosa de este gran reto. Con un montaje alternante y un ritmo dinámico –el espectador se siente en todo momento arrastrado por la trepidante narración–, logra implicar sentimentalmente al público en el drama íntimo de los protagonistas, a la vez que ofrece una reflexión nada maniquea de la Conquista de América.

Por un lado, a través de la historia del indio Hatuey –primer resistente a los conquistadores–, se muestra un triste episodio histórico del ejército colombino. Y por otro, se hace hincapié en el coraje de dos miembros de la Iglesia que denunciaron con la doctrina católica el maltrato y abuso de los indígenas; concretamente, la que hizo el padre dominico Antonio de Montesinos –primer misionero que se pronunció en defensa de los nativos, en 1511– y también la más célebre del ayer discutido Fray Bartolomé de las Casas –gran protector de los indios y precursor de los derechos humanos, hoy considerado uno de los fundadores del Derecho Internacional moderno–, quien evidenció la codicia y crueldad de los conquistadores, enfrentándose a todo un Imperio, y que actualmente está en proceso de beatificación.

Sin ningún aire feminista –tampoco lo había en la anterior obra de Bollaín, Mataharis–, la crítica de cine madrileña Ana Sánchez de la Nieta valoraría así un filme que califica de redondo y metacinematográfico: "Su trabajo roza la perfección, y lo que podría haber sido una acumulación de ideas, tramas y personajes se desarrolla en escena con la precisión de un reloj suizo. Hay frescura, naturalidad, vida, las historias que se cruzan y descruzan, la ficción y la realidad se confunden... Pero también hay líneas de dialogo ejemplares, reflexiones profundas, críticas afiladas y realismo, sin llegar nunca a caer en un planteamiento maniqueo que sobrevuela amenazadoramente la película. Hubiera sido fácil hacer una cinta de buenos y malos: de indios buenos y europeos malos, o al revés; de cineastas liberales y curas explotadores, o al contrario. Hubiera sido muy fácil, pero entonces no estaríamos ante una película tan notable que ya en su cartel (“Hay algunos que quieren cambiar el mundo. Pocos quieren cambiarse a sí mismos”) indica que para hablar de la Historia, de la pobreza, de la marginación, del choque cultural o de la conquista no se puede ser simplista. La realidad es más compleja, pero también mucho más atractiva y, como demuestra Icíar Bollaín, mucho más dramática y cinematográfica. La carrera de Icíar Bollaín es una de las más ejemplares del cine español. Cada película que rueda es mejor que la anterior. (Cfr. Aceprensa, 29 de diciembre de 2010).

Todo ello, secundado con una excelente ambientación e interpretación, a cargo de Luis Tosar, Gael García Bernal, Carlos Aduviri y Karra Elejalde -"Goya" al Mejor actor de reparto-. Y la siempre idónea banda sonora de Alberto Iglesias, quien, junto a la mejor dirección de producción, fue también premiada por la Academia Española.

En efecto, También la lluvia es uno de los filmes más importantes del 2010. Ganó por un "Goya" a Balada triste de trompeta, del dimisionario presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el polémico Álex de la Iglesia, pero sería derrotado por Pa negre (véase reseña más abajo), que se llevó nueve estatuillas.

martes, febrero 01, 2011

"VIVIR PARA SIEMPRE", PREMIO DEL CEC AL MEJOR GUIÓN ADAPTADO


La última película de Gustavo Ron acaba de ser premiada por el Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC), de Madrid, al Mejor Guión adaptado.
Un mes antes había recibido el Premio Cinematográfico "Familia" 2010.
He aquí mi reseña crítica

Sam es un niño de doce años, que vive con sus padres y hermana pequeña, en Newcastle (Gran Bretaña). Enfermo de leucemia, los médicos le han vaticinado un año de vida. Consciente de su próxima muerte, afrontará esos últimos meses con la conciencia muy lúcida, al tiempo que se pregunta por qué tiene que morir tan joven. A tal fin, escribe un diario, filma vídeos sobre vivencias cotidianas y quiere ver cumplidos unos cuantos sueños. Le acompañarán en el deceso no sólo la sufrida familia, sino su amigo Félix –otro chico enfermo de cáncer, que conoce en el hospital y fallece poco antes– y la joven enfermera que le atiende en su domicilio.

Aunque el filme está ambientado en el norte de Inglaterra, toca un tema universal que nos afecta a todos. El cine español del período anterior ya lo trató en Planta 5ª (Antonio Mercero, 2003), pero con otro tono. Gustavo Ron, en su segundo largometraje (véase reseña de su excelente ópera prima, Mía Sarah, más abajo) ha avanzado mucho desde el año 2006, cuando debutó en el cine comercial. El aire de esta nueva película es indie, posee además una estética vanguardista y el atrevimiento de haberla realizado en inglés y con actores británicos, muy dirigida también al mercado internacional. De ahí el relativo éxito que lamentablemente ha tenido en España, aunque se ha vendido a todos los países de Latinoamérica y parte de Europa.

Así, sin abandonar ese toque de “realismo mágico” y surrealista que ya le caracteriza como autor, ni tampoco el estilo Capra que algunos críticos comentaron en su día (pienso ahora en la magistral ¡Qué bello es vivir!), Ron ha adaptado una novela de Sally Nichols –titulada en castellano Esto no es justo– de forma muy original, con dibujos, esquemas, anotaciones al margen, bocadillos escritos sobre el plano en pantalla y animación en un teatrillo digital. Veamos, con todo, su voluntad de expresión: "La película no va de la muerte, sino sobre la vida, de cómo aprovechar cada minuto. Si te quedan tres meses, son tres meses, pero los conviertes en algo maravilloso. Lo que te queda del libro, y espero que también de la película, es que va sobre aprender a vivir. Es el recorrido que tienen que hacer unos padres que saben que el hijo va a morir y el recorrido que debe hacer un niño que sabe que nunca va a ser adolescente. Yo estaba obsesionado con que la película no iba sobre la muerte, y quería que todo el equipo tuviera claro que el mensaje de fondo era cómo cumplir tus sueños. Por eso recopilé una serie de frases que se han dicho a lo largo de la historia sobre este tema, para que se viera que siempre ha estado presente. Vivir para siempre te habla de temas duros, claros, y que van directos a lo que todos somos.

En efecto, este planteamiento me ha recordado una célebre frase de El Gatopardo (Luchino Visconti, 1963), obra maestra que cada año proyecto en clase para explicar el Risorgimento italiano en la Universidad. Dice Don Fabrizio, el príncipe di Salina (Burt Lancaster) ante su sobrino Tandredi (Alain Delon) y la bella Angelica (Claudia Cardinale): “Los jóvenes nunca pensáis en la muerte; siempre se mueren los demás, es algo que les ocurre a los otros”.

Sin intelectualizar su obra, Gustavo Ron logra un relato intimista, muy real, nada dramático, incluso con sentido del humor, pero que emociona al espectador. Y evita la prédica fácil sobre el Más Allá; pues será el público agudo quien deducirá el sentido trascendente que posee su filme. Aun así, vi derramar lágrimas en la noche de estreno, pero la gente salía contenta de la sala.

Un crítico tan exigente como Jerónimo José Martín fue uno de los colegas que mejor trató tan atrevida y “comprometida” película; mientras otros colegas españoles la minusvaloraron o subestimaron injustamente. He aquí los últimos párrafos de su reseña:

"Como en Mía Sarah, destacan la música (César Benito), el montaje (Juan Sánchez), la fotografía (Miguel P. Gilaberte) y las interpretaciones, especialmente las de los jovencísimos Robbie Kay y Alex Etel, que a pesar del estirón que ha dado conserva la inocencia y el carisma que mostró en el papel protagonista de Millones. Por su parte, la hipnótica puesta en escena permite el salto fluido de la comedia más hilarante al drama contenido, y de éste a la tragedia, con momentos de enorme emotividad. Algunos quizá encuentren la película demasiado sentimental, pero otros agradecerán que ponga toda su carne en el asador cuando quiere hacer reír o llorar. Además, Vivir para siempre nunca se queda en los sentimientos: desarrolla una profunda reflexión, de clara inspiración cristiana, sobre el sentido de la vida, la muerte y el sufrimiento, así como una reivindicación de la alegría de vivir –en las antípodas del hedonismo materialista dominante– y una exaltación de la familia como núcleo de solidaridad. En este sentido, cabe destacar el arco dramático del personaje del padre, desde su incómoda pasividad inicial hasta el conmovedor desenlace". (Aceprensa, 6 de octubre de 2010).

Por eso, el Jurado de la Asociación Española CinemaNet le otorgó por unanimidad –ex aequo con el documental catalán María y yo (véase también reseña)– el Premio Cinematográfico “Familia” 2010, en su XV edición, por sus valores humanos, familiares y sociales. Y un mes más tarde, el Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC, Madrid) le ha concedido el premio al Mejor Guión adaptado. Esperamos tu próxima película, Gustavo Ron.

jueves, enero 20, 2011

"PA NEGRE" SE LLEVÓ LOS PREMIOS "GAUDÍ"



El lunes acudí a la gala de los Premios "Gaudí", otorgados por Acadèmia del Cinema Català, en una fiesta a la que asistió la profesión y los nuevos políticos de Catalunya. Aquí va mi reseña sobre la película que arrasó con 13 galardones


Cataluña, años 40. En la primera posguerra española, en una aldea de la comarca de Osona malviven personas que sufren la represión de la Dictadura franquista y la propia incomprensión de sus conciudadanos. Odios y venganzas, secretos y mentiras, agobian a una familia tachada de “roja”. Y las grandes víctimas, serán sus hijos pequeños. Acaba en tragedia.

Dura película del mallorquín Agustí Villaronga, que vuelve a insistir en las consecuencias de la Guerra Civil española (El mar, 2000), dentro del estilo un tanto morboso y obsesionado por la violencia que le caracteriza como cineasta (Tras el cristal, 1987; 99.9, 1997; Aro Tolbukhin. En la mente del asesino, 2002) y como director televisivo (El pasajero clandestino, 1995; Després de la pluja, 2007). Ahora toma pie en una novela de Emili Teixidor, Pa negre, y en otros relatos de este autor, para bucear en la miseria humana, la corrupción y lo abyecto, a fin de realizar una obra de arte feísta.

Villaronga (Palma de Mallorca, 1953) presentó su filme en el Festival de San Sebastián’2010, donde la protagonista Nora Navas obtuvo la Concha de Plata a la Mejor actriz. Algunos críticos han relacionado su áspera e intensa película con otros filmes sobre la corrupción de la inocencia infantil a causa de la violencia, como La noche del cazador (Charles Laughton, 1955) o Viento en las velas (Alexander Mackendrick, 1965); aunque también de le podría emparentar con El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973) o con sendas obras de Guillermo del Toro, El espinazo del diablo (2001) y El laberinto del fauno (2006).

Estamos, por tanto, ante una película cruda y amarga, triste y desoladora, donde apenas cabe un resquicio a la esperanza, la cual ofrece un retrato de la Cataluña profunda que difícilmente complacerá al espectador. Vemos, con todo, cómo se justifica el realizador, tras asegurar que las cintas citadas no son referentes que haya tenido presente: "Pero es cierto que también se trata de una historia de iniciación desde el punto de vista de un niño. La noche del cazador es una de mis películas preferidas, y Pa negre tiene en común una atmósfera mágica, sobre todo cuando los niños están a solas; cuando comencé a escribir el guión derivaba más hacia el género fantástico, pero poco a poco se fue desnudando y quedó en un ligero componente mágico ligado a la imaginación de las criaturas. Emili Teixidor me dio total confianza desde el principio. Como en el original tiene tanto peso la vida interior del niño, le propuse incorporar materiales de otras novelas suyas, para conseguir una narración más cinematográfica y que la historia se entendiera más por la acción externa. Cuando tuve el guión acabado le gustó mucho y estuvo unos días trabajando en los diálogos, para rebajar el tono literario y mantener el lenguaje de la época sin que resultara anacrónico. Hemos mantenido el título de Pa negre, ya que es un best-seller, pero es sobre todo una aproximación al universo de Teixidor".

Y sobre el ambiente claustrofóbico de Pan negro, concretaría con estos términos su voluntad de expresión: "Está presente a pesar de mí mismo, ya que hay bastantes exteriores; pero el bosque donde transcurre la acción acaba siendo un mundo cerrado y malsano. Hay muchos espacios diferentes, a diferencia de mis anteriores películas, pero se mete mucho en el interior de los personajes. La ambientación tiene un cierto aire intemporal. Está muy desnuda, los decorados tienen pocos muebles, todo son paredes secas, húmedas y polvorientas. Los personajes son un poco fantasmales, hemos evitado referencias políticas, ni hay ni el yugo y las flechas ni el retrato de Primo de Rivera. Esto hace que la historia de universalice, porque un drama de este tipo puede pasar en cualquier guerra. Es una historia sobre los ideales y la traición". (Cfr. sus declaraciones, en Avui, 15 de octubre de 2010, p. 32; la traducción del catalán es mía).

En efecto, Pa negre habla, ante todo, de los ideales traicionados, de la esperanza perdida, de la desconfianza y el desaliento, de la vergüenza propia y ajena, de odios y humillaciones, de la maldad humana y de la venganza, de la pobreza extrema y la explotación...; en fin, de la parte negra de la condición humana, sin arrepentimiento ni perdón.

Si la novela de Emili Teixidor cargaba las tintas, Agustí Villaronga parece recrearse en ese triste panorama. De ahí que el propio autor manifestara también sobre este entorno viciado y malsano: “A través de los personajes descubrimos las terribles consecuencias de la guerra, como si ilumináramos una fotografía antigua y en una esquina apareciesen desdibujados unos personajes grises y descubriésemos su vida íntima, llena de contradicciones y miserias cotidianas, alejándonos de la tentación de mitificarlos como a héroes y, sobre todo, de juzgarlos. No explica hechos sórdidos sino dramáticos; tan dramáticos como los que pueden haber pasado a muchas familias de este país. He huido del discurso ideológico, he preferido un discurso emocional”, concluye.

No obstante, el premiado cineasta mallorquín está más comedido aquí en sus concesiones que en las anteriores películas, y en su adaptación fílmica evita caer en el maniqueísmo –que no haya buenos y malos– ni en el fácil costumbrismo, o del cliché de los filmes sobre la Guerra Civil y la posguerra española, para incidir en ese cierto tono universal que, por otra parte, posee un grave inconveniente: el espectador queda bastante distanciado del relato, como un mero observador, sin apenas participar anímicamente en el drama.

Se trata, pues, de una película coral, cuyos personajes esconden unos hechos del pasado que les enredan como si fuera una telaraña, precipitándose un tanto en su explicación final. De ahí que el crítico Nando Sardà recriminara que “por momentos Villaronga se muestra como un narrador caótico: ocurren demasiadas cosas a la vez que, afortunadamente, no llegan a distraernos de las inquietantes cuestiones que Villaronga plantea acerca de la decencia humana”. (“Fantasmas de la guerra”, en El Periódico de Catalunya, 15 de octubre de 2010).

Aun así, Pa negre (título que hace referencia al pan que se comía en la España de la autarquía y el racionamiento) está muy bien interpretada –especialmente por el niño Francesc Colomer, si bien a veces se hace bastante difícil entender su cerrada dicción catalano-mallorquina–, con un plantel de intérpretes conocidos por las series televisivas, como los galadonados Marina Comas, Roger Casamajor y Nora Navas, secundados por actores tan famosos como Sergi López y el también premiado Eduard Fernández, en sus arquetípicos roles de alcalde y maestro del primer franquismo, respectivamente.

viernes, enero 07, 2011

"HÉROES" Y "BRUC"; DOS DIGNAS PELÍCULAS COMERCIALES


Siguen en la cartelera de estreno dos filmes catalanes que vale la pena visionar. He aquí, pues, mi reseña crítica de ambos



HÉROES, DE PAU FREIXAS

Cataluña, años 2000 y 1980. Un joven publicista, yuppie y bastante agresivo, sufre una broma pesada en la carretera por parte de unos niños, que le impide llegar a una importante reunión de negocios. Al poco, recoge a una chica trotamundos, y ambos rememorarán el pasado: la época más emotiva de su infancia, cuando pasaron el último verano con la pandilla en un pueblo la Costa Brava. Al tiempo que evocará un hecho trágico, que acaso le hará reflexionar sobre la vacuidad de su vida.
Insólita película catalana, realizada por Pau Freixas (Barcelona, 1973) en base a un guión original co-escrito con Albert Espinosa, que fue premiada en el Festival de Cine Español de Málaga’2010 y emocionó en el Festival de Sitges, Herois parece inspirarse de la épica de la infancia tan propia del tradicional cine norteamericano (Joe Dante, Robert Zemeckis, Steven Spielberg).
Aquí, el autor de Cámara oscura (2003) –su radical ópera prima– opta más por la sana comercialidad, a través de la nostalgia de un pasado que tiene mucho de autobiográfico. Acusado de sentimental, de haber realizado “otro” Verano azul o derivado a un desenlace un tanto empalagoso, se defendería así el día de su estreno en España: “Lo cierto es que en la primera versión del guión, la película llegaba al final más entera, pero es verdad que era blanda. De alguna manera le faltaba algo. Entonces, murió uno de mis amigos de la infancia, y me pilló un shock brutal. Pasamos el duelo juntos, la pandilla, y cuando lo exorcizamos sentí que debía haber otra cosa. Cambié el guión, y la película se volvió mucho más mía. Tengo la sensación de haberme despertado a los treinta años. (...) No soy ni un Peter Pan, soy aún un niño, y cuando el productor me dijo que pensara mi próxima película busqué algo que tiene que ver conmigo. Apenas recuerdo a mi padre y con mi padrastro tuve muy mala relación, como Xavi, incluso hay una escena en clase porque para mí era un tormento. El verano era mi salvavidas. El cine era mi otro consuelo, la desconexión me flipaba, aquellas películas de Zemeckis o de Spielberg... Hoy veo Cámara oscura y pienso: “Objetivo no cumplido”. Con Héroes he aprendido a hablar de lo que soy; en eso no me equivocaré más”. (Cfr. Pedro Vallín, “Entrevista con Pau Freixas”, en La Vanguardia, 22-X-2010).
Con todo, ese tono autobiográfico le da un carácter atractivo al filme, pues el público cuarentón puede identificarse con los niños y adolescentes protagonistas. Personalmente, aunque paso de los sesenta, también he visto bien evocada esa infancia, por tener muchas reminiscencias de las hemos vivido antes los más mayores. Aun así, el toque surrealista o la trampa temporal que posee la trama –“descubierta” al final por el espectador– le dan un aire algo engañoso en aras al impactante pero bien resuelto happy end al revés.
Herois es una película blanca, incluso naïf, que interesará al gran público poco exigente, aunque no desagradará a los cinéfilos. Pero, ante todo, resulta una obra sincera, simpática, llena de momentos inspirados, muy bien realizada e interpretada, con una notable banda sonora. Alejada del antes mencionado y popular serial televisivo de Antonio Mercero, ofrece frescura y alegría, ingenuidad e inocencia, apuntes socio-psicológicos agudos y un retrato humano que deviene en reconocible; además de brindar un homenaje al cine, la TV y la música de los años ochenta.
Película eminentemente catalana –rodada en Palamós (Girona), Gavà y Dosrius (Barcelona)–, la crítica de Madrid la ha acogido con respeto. Veamos, si no, lo que escribió Alberto Bermejo: “Casi todos los recursos son legítimos para intentar arrastrar al público a las salas, y Héroes es transparente en ese sentido, apela sin complejos a la nostalgia y a toda una serie de mecanismos de probada eficacia para provocar un nudo en la garganta de los espectadores predispuestos a dejarse llevar por sus afinidades personales con los personajes y por el recuerdo idealizado del paso de la infancia a la adolescencia o, forzando un poco más, de la inevitable pérdida de la inocencia a raíz de un acontecimiento traumático. (...) La corrección narrativa, el buen trabajo de los actores, de los adultos y los menores, y la sombra de sutiles apuntes sociológicos materializan las señas de identidad de esta propuesta más que previsible desde sus primeros giros argumentales, marcada por el espíritu, sobre todo cinematográfico, de la época, en especial de E.T. y Los Goonies, que se decanta por el humor blando, los guiños melodramáticos y las emociones musicales como contrapeso”. (“Mitificación de la infancia”, en Metrópoli, suplemento cultural de El Mundo, 29-X-2010).
Por eso, Pau Freixas reiteraría su arriesgada apuesta por este nuevo cine familiar con las siguientes declaraciones: “No hay nada como creer: creer que la amistad nunca se rompe, que el amor es para siempre y que el mundo entero está ahí para que nuestros sueños se cumplan. Y que todo tiene sentido. (...) La magia existe, pero es necesario saber verla, querer que se cumpla, y recordar que un día creímos y que ésos fueron los mejores años de nuestras vidas”.
Estamos, pues, ante un singular autor fílmico –ya acreditado por numerosas series televisivas– al que habremos de tener en cuenta. De momento, ha obtenido diez nominaciones a los Premios “Gaudí” de la Acadèmia del Cinema Català.

BRUC, DE DANIEL BENMAYOR

Guerra de la Independencia, 1808. En la sierra de Montserrat, las tropas napoleónicas son derrotadas gracias a un joven carbonero, Joan; pues el retumbar de su tambor, magnificado por el eco, les hacen creer que se enfrentan con un gran ejército, al mismo tiempo que provoca un desprendimiento de rocas en la montaña que aplastará a 300 soldados. Indignado el Emperador francés, enviará a un grupo de mercenarios para acabar con el muchacho –al que apodan Bruc– que había generado tal humillación. Y tras diezmar a los habitantes del lugar, se establece una persecución y un duelo a muerte.
Esta célebre leyenda está inspirada en hechos reales, aunque hay diversas interpretaciones de aquella gesta fechada los días 6 y 14 de junio de 1808, en la también llamada Guerra del Francés. En 1948, Ignacio F. Iquino ya realizó la primera película sobre el tema, bajo el título de El tambor del Bruch, con José Nieto y Ana Mariscal como protagonistas. Y en 1981, Jordi Grau volvió a llevarla a la pantalla en coproducción con México: La leyenda del tambor (El timbaler del Bruc, 1981), interpretada por el entonces niño Jorge Sanz y Mercedes Sampietro. Ahora, en el nuevo milenio, otro filme autóctono se ocupa libremente de la famosa batalla e imagina las consecuencias de aquel histórico enfrentamiento bélico.
Los autores del guión son Jordi Gasull –antiguo alumno mío y buen amigo– y el cineasta vasco Patxi Amezcua (25 kilates), quienes se han atrevido a rescatar un relato que es viene a ser un símbolo de la libertad y de nuestra lucha por la independencia.
Pero no piense el lector que Bruc. El desafío es una película política, que aprovecha la coyuntura del clima de autodeterminación generado tras el recorte del Estatut de Catalunya. Bruc. La llegenda –título original– es una cinta de aventuras, un filme épico, una digna obra comercial que bien podríamos calificar de western catalán.
No obstante, veamos la intencionalidad que expone su joven director, Daniel Benmayor: “Cada uno interpreta los valores de la película según su situación y estado de ánimo. Existen muchas leyendas similares a la de Bruc, pero lo que está claro es que el uso desproporcionado de la fuerza no consigue nada. Bruc es un antihéroe, es un tipo que se ve obligado por las circunstancias a defenderse, luchar y acabar con la amenaza. No funciona por venganza, sino por protección hacia lo suyo. Quizá dentro de cien años se hagan películas sobre conflictos de hoy en día y que apunten hacia la misma dirección”.
Y ante la acusación de que el protagonista parece un Rambo y los villanos perseguidores abusan de la violencia, el cineasta catalán se defendería así: “Hemos intentado ser secos y duros, pero no explícitos. La violencia es innata en la caza que sufre Bruc, pero siempre de manera psicológica más que física. Intentan no causar daños colaterales, pero al no conseguir su objetivo van cambiado de estrategia hasta que la moneda cambia y les toca sufrir en sus carnes mucho de lo que han hecho al pueblo”. (Cfr. sus declaraciones en La gran ilusión, núm. 157, diciembre 2010, p. 10).
Si algo destaca en la película es el enorme partido que Benmayor y su equipo técnico han sacado de los imponentes y bellos escenarios naturales de Montserrat y del parque de Sant Llorenç del Munt, sin caer en la tarjeta postal. Por tanto, se trata de buen cine-espectáculo, con un ritmo trepidante y una notable interpretación. Un reparto presidido por Juan José Ballesta (lejos ya de su debut con El Bola, y muy cerca de la actual Entrelobos, que incluso ha aprendido catalán) y el galán galo Vincent Pérez como el capitán Maraval, con el contrapunto romántico de la joven actriz Astrid Bergès-Frisbey (Piratas del Caribe) en el papel de la sacrificada novia de “héroe” Joan, quien tiene dedicado un monumento en aquellas montañas.
Aun así, el exigente crítico Lluís Bonet Mojica alaba el filme, a la vez que pone algunas pegas al segundo largometraje de este joven realizador: “Tras debutar en Paintball, una impactante muestra de terror con trasfondo bélico, Daniel Benmayor reafirma su habilidad para conseguir imágenes que golpean al espectador. Si bien aquí se deja llevar, en ocasiones, por lirismos visuales excesivos: reiterados planos aéreos, frecuentes flashbacks, agonías interminables... Pero es una película que agarra al espectador, ofrece lances inesperados y puede funcionar comercialmente. Además, se permite acrobacias de género como acabar convirtiendo al antiguo tamborilero del Bruc en una especie de tiznado Rambo, enfrentado a un duelo mortal. La acción trepidante acaba por engullirse historias paralelas como la amorosa, que va perdiendo fuelle, y –mediante una fotografía ciertamente soberbia– todo se centra en el antihéroe y sus depredadores. (“Entre lobos y galos”, en La Vanguardia, 22-X-2010).
Si bien hay que convenir que esta cinta de género posee reminiscencias de filmes como Acorralado (Ted Kotcheff, 1982) o, en su tramo final, Apocalypto (Mel Gibson, 2006), el propio Daniel Benmayor (Barcelona, 1973) destacaría la importancia del paraje natural para evocar la historia: “Montserrat es, sin duda, un marco genial para una película de aventuras. Tanto su exterior como sus cuevas son impresionantes. Eso fue algo que siempre había pensado. Se ha rodado anteriormente allí, pero nunca de la manera que lo hemos hecho con Bruc”.
En efecto, tuvieron que utilizar hasta burros para cargar con el material técnico, porque ni los quads ni los todoterrenos podían llegar a ciertos lugares. Y a tal fin, contarían también con el presupuesto y los medios necesarios para llevar a cabo una producción que posee ambición internacional. Han sido claves la inversión económica de Televisió de Catalunya y la compañía Telefónica, así como la distribución de Universal Pictures. De ahí que Bruc. El desafío se exhibirá en el extranjero, allende las fronteras. Y eso es un estímulo para el endémico cine catalán de nuestros amores (y dolores).

sábado, diciembre 18, 2010

12 PELÍCULAS RECOMENDADAS PARA ESTAS NAVIDADES


– ESPECIAL MENORES:

La Bella y la Bestia 3D (USA, 1991-2010). Directores: Gary Trousadale y Kirk Wise. Dibujos animados. Color – 88 min.
Reedición de un clásico de la factoría Disney, ahora en relieve, para el disfrute de grandes y chicos. Se trata de una inmortal historia de amor, ambientada en la Francia del siglo XVIII, que gustará más a los nostálgicos y a los niños fascinados por las tres dimensiones.

Las crónicas de Narnia 3D. La travesía del viajero del alba (GB-USA, 2010). Director: Michael Apted, con Ben Barnes, Tilda Swinton y Skandar Keynes. Color – 115 min.
Otra delicia para los seguidores de la saga de C. S. Lewis. Tras El león, la bruja y el armario y El príncipe Caspian, ahora se apuesta más por la espectacularidad de los efectos especiales también en 3D.

Gru, mi villano favorito (USA, 2010). Directores: Pierre Coffin, Chris Renaud y Sergio Pablos. Dibujos animados. Color – 95 min.
Estamos ante la primera producción del estudio Illumination Entertainment, realizada con ingenio creador. Desde que se estrenó este nuevo blockbuster, ya ha superado el millón y medio de espectadores.

Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte I) (GB-USA, 2010). Director: David Yates, con Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint. Color – 146 min.
La penúltima odisea del mago inglés y sus simpáticos amigos, ya crecidos, que cuenta con algunos de los escenarios más llamativos de la famosa saga. La esperada segunda parte del best-seller británico llegará el verano de 2011.

Megamind 3D (USA, 2010). Director: Tom McGrath. Dibujos animados. Color – 96 min.
La factoría DreamWorks vuelve a superarse con esta película en 3D, donde un villano –con voz de Will Ferrell– se convierte en el protagonista y derrota al héroe doblado por Brad Pitt. Se apuesta por el sentido del humor.

Los viajes de Gulliver 3D (USA, 2010). Director: Rob Letterman, con Jack Black, Emily Blunt y Jason Segel. Color – 120 min.
Nueva adaptación del clásico del siglo XVIII, original de Jonathan Swift, que asimismo sitúa al héroe de los liliputienses en la actualidad. Con efectos especiales en tres dimensiones, el célebre protagonista incluso toca la guitarra y canta un tema.


– OTROS FILMES PARA JÓVENES Y MAYORES:

Bruc. El desafío (España, 2010). Director: Daniel Benmayor, con Juan José Ballesta y Vincent Pérez. Color – 95 min.
La leyenda del tambor del Bruc ha sido resucitada en este western catalán. Perfectamente ambientado en nuestra Guerra del Francés y bellamente fotografiado en la sierra de Montserrat, gustará a los amantes de las historias nacionalistas y del cine de aventuras.

Copia certificada (Francia, 2010). Director: Abbas Kiarostami, con Juliette Binoche y William Shimell. Color – 106 min.
Primera película del maestro iraní Abbas Kiarostami rodada fuera de su país. Relata la singular relación entre un escritor inglés y una galerista francesa. Homenaje a un clásico de Rossellini, Te querré siempre (1954), y ambientado en los espléndidos escenarios de la Toscana, interesará más a los cinéfilos. Juliette Binoche ofrece un recital.

El discurso del rey (GB, 2010). Director: Tom Hooper, con Colin Firth, Helena Bonham-Carter y Geoffrey Rush. Color - 118 min.
Biografía del anterior monarca de Inglaterra, Jorge VI, que llegó al trono con una tartamudez que comprometía su figura. Espléndida película histórica -como es habitual en el cine británico-, que cuenta con una gran interpretación de Colin Firth como rey, seguro candidato al Oscar de Hollywood.

Entrelobos (España, 2010). Director: Gerardo Olivares, con Juan José Ballesta y Sancho Gracia. Color – 114 min.
Biografía de un niño cordobés que vivió entre lobos en pleno corazón de Sierra Morena. La historia arranca en 1954, y Gerardo Olivares –el debutante director– también saca gran partido de los escenarios naturales y de las fieras “domesticadas”.

Héroes (España, 2010). Director: Pau Freixas, con Ferran Rull, Eva Santolaria y Àlex Brendemühl. Color – 105 min.
Insólita película catalana, dentro de la digna línea comercial de Bruc, que evoca el verano de los años 80 desde el presente milenio. Con toques épicos y autobiográficos, es de un intento bastante logrado de cine familiar. Ha sido nominada a los Premios "Gaudí".

El último bailarín de Mao (Australia, 2009). Director: Peter Beresford, con Chi Cao y Bruce Greenwood. Color – 117 min.
Emotiva biografía del famoso bailarín Li Cunxin, actual director del Birmingham Royal Ballet, que abandonó la China de Mao para triunfar en Estados Unidos. Muestra, de forma crítica, el gran contraste entre el mundo comunista y la sociedad capitalista. Bello biopic, que rompe una lanza en favor de la libertad, gustará más a los amantes del teatro lírico.


¡Feliz Navidad y un Año 2011, con mejor cine!

jueves, noviembre 18, 2010

PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN "LA MIRADA DEL SAMURAI: LOS DIBUJOS DE AKIRA KUROSAWA", EN BILBAO

Copyright HoriPro Inc.


El martes, día 16 de noviembre, tuvo lugar el acto inaugural de la anunciada exposición, que he comisariado en el nuevo museo de Alhóndiga Bilbao.
Este fue mi discurso de presentación


Inauguramos hoy, en este espléndido marco de Alhóndiga Bilbao, la exposición conmemorativa de los cien años del nacimiento de Akira Kurosawa (1910-1998). Bajo el título de La mirada del samurái: los dibujos de Akira Kurosawa, esta exposición es el evento más importante de la celebración del Año Kurosawa 2010, promovido por el Centre d’Investigacions Film-Història –que dirijo en la Universitat de Barcelona– y Casa Asia, con la valiosa colaboración de otras 26 instituciones que han desarrollado actividades en 12 ciudades del país. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, aceptó la presidencia de honor.

La exposición introduce al público en la obra cinematográfica de un autor oriental clave en la historia de la cultura occidental del siglo XX. El nuevo Centro de Ocio y Cultura Alhóndiga Bilbao presenta los storyboards originales de Kurosawa por primera vez a nivel nacional. Así, los dibujos utilizados como referencia durante el rodaje encarnan el imaginario visual de sus seis últimos proyectos: Kagemusha, la sombra del guerrero (1980), Ran (1985), Los sueños de Akira Kurosawa (1990), Rapsodia en agosto (1991), Espera un poco (1993) y El mar que nos mira (2002), este último llevado a la pantalla por su coguionista, Kei Kumai. Junto a la presente muestra de dibujos del maestro Kurosawa, se celebrarán también conferencias –una a cargo de Isabel Coixet–, talleres, exhibición del vestuario de Ran (Oscar de Hollywood) y de 25 pósters de sus obras, así como proyección de filmes en la misma Alhóndiga Bilbao, como verán en el programa.
Pero, ¿cómo imaginaba Kurosawa sus películas? Esta gran exposición propone un acercamiento novedoso a su cine a través de un mundo de referencias pictóricas y literarias: de Hokusai a Van Gogh, de Shakespeare a Tolstoi. Se trata, por tanto, de una aproximación explicativa y didáctica del complejo proceso creativo de este director universal. Por último, también presentamos la influencia de Akira Kurosawa en las obras audiovisuales contemporáneas y posteriores a su preciada filmografía: de La guerra de las galaxias de George Lucas al Kill Bill I de Quentin Tarantino, pasando por Cuatro confesiones de Martin Ritt, Los siete magníficos de John Sturges o Por un puñado de dólares de Sergio Leone, remakes de Rashomon (1950), Los siete samuráis (1954) y El mercenario (1961), respectivamente.

120 dibujos originales –venidos especialmente desde Japón y reproducidos en un bello catálogo–, cuya exhibición ha sido posible por el esfuerzo de Alhóndiga Bilbao, la colaboración de HoriPro y el apoyo de Japan Foundation y Casa Asia, y el patrocinio de Infiniti. Dibujos realizados por el propio Kurosawa que son origen y síntesis constructiva de su obra cinematográfica: una partitura plástica que prefigura el rodaje de la imagen en movimiento, y que ahora ponemos al alcance y contemplación de los cinéfilos y del gran público nacional.


(Esta exposición especializada, y al mismo tiempo popular, tuvo gran acogida mediática en cadenas televisivas, radios y periódicos del país. AlhóndigaBilbao, Plaza Arriquibar, 4. Bilbao. De martes a domingo. Entrada: 3 €. Catálogo: 30 €. Estará abierta hasta el 30 de enero de 2011) .

lunes, noviembre 15, 2010

LOS "STORYBOARDS" DE KUROSAWA, EN BILBAO

(Kurosawa Production, bajo licencia exclusiva de HoriPro, Inc.)


Este año 2010 se conmemora el centenario del nacimiento de Akira Kurosawa (1910-1998). Con este motivo, se ha organizado en España una exposición titulada La mirada del samurái: los dibujos de Akira Kurosawa, en Alhóndiga Bilbao


Este nuevo Centro de Ocio y Cultura vasco quiere rendir homenaje al famoso cineasta japonés presentando una propuesta multidisciplinar, a través de la cual se dará a conocer todas las facetas artísticas de este gran referente del cine del siglo XX.
La exposición es una iniciativa del Centre d’Investigacions Film-Història (Universitat de Barcelona) –organizador del Año Kurosawa 2010– y de cultural affairs, con la colaboración de Casa Asia, HoriPro, Japan Foundation y el patrocinio de Infiniti y Ayuntamiento de Bilbao.
Denominado en su propio país “el Emperador” del cine japonés, Akira Kurosawa es el maestro que dio a conocer la cinematografía nipona en el mundo occidental. Nacido en Tokio, era descendiente de samuráis, estudió Bellas Artes en su ciudad natal y comenzó dedicándose a la pintura. En 1936 ingresó en los estudios cinematográficos Toho, donde comenzó a trabajar como guionista y más tarde ayudante de Kajiro Yamamoto. Debutó como realizador en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial.La crítica ha reconocido en él a un gran creador, de eminentes cualidades formales y honda temática existencial. Su obra posee, en efecto, profundidad filosófica, una sólida y original construcción dramático-expresiva y un estilo riguroso accesible también para públicos no orientales. Esa singular distinción estética hizo de Kurosawa durante muchos años una de las cumbres del cine de su país, incluso tras la aparición de la “nueva ola” japonesa.
ADMIRADOR DE VAN GOGH
Aunque tachado en ocasiones de sentimental y reaccionario a causa de ciertos rasgos nacionalistas, el maestro nipón supo realizar una síntesis ejemplar de elementos plásticos y escénicos del teatro Noh y Kabuki con otros psicológicos y sociales. Estos elementos se caracterizan por sus vigorosos y fuertes concepciones pictóricas, que también nos da una pista de su admiración por Vincent van Gogh, a quien dedicó un homenaje en un episodio de Los sueños.
Si en buena medida Akira Kurosawa llegó a ser más universalmente reconocido que otros directores clásicos japoneses –Kenji Mizoguchi, Hiroshi Inagaki, Kaneto Shindo, Masaki Kobayashi, Teinosuke Kinugasa, e incluso Yasujiro Ozu– fue entre otras cosas por su excelente conocimiento de la técnica cinematográfica, con gran dominio del sentido del ritmo, del montaje corto, de la expresividad del blanco y negro y del color y de la propia tradición teatral. Su obra ha influido tanto a jóvenes autores japoneses como a los cineastas americanos (John Sturges, Martin Ritt, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, George Lucas) y europeos (Sergio Leone).
Su primera obra maestra, Rashomon (1950), que ganó el León de Oro del Festival de Venecia, tuvo un remake hollywoodiense en 1964 (Cuatro confesiones de Martin Ritt), supuso prácticamente la revelación de un gran cine japonés, al que hasta entonces se suponía sólo dedicado a historias de samuráis. Con Rashomon obtuvo también el Oscar de Hollywood a la Mejor Película Extranjera.
Llegarían después otros filmes que se hicieron populares en todo el mundo gracias a su genio creador: Los siete samuráis (1954), que volvió a ganar en Venecia y asimismo tuvo un remake norteamericano en 1960 –Los siete magníficos de John Sturges– igual que El mercenario (Yojimbo, 1961) lo tuvo con Por un puñado de dólares de Sergio Leone en 1964; Trono de sangre (1957), su adaptación de Macbeth; El infierno del odio (1963), que relata un drama urbano; y... Barbarroja (1965), interpretado por el gran Toshiro Mifune. Pero seguramente fue la magistral Vivir (Ikiru, 1952), soberbia meditación sobre la vida y la muerte, la que situó a Akira Kurosawa entre los grandes humanistas del cine (Chaplin, Orson Welles, Bergman, John Ford...). En esta obra, que en el referéndum de 1962 fue seleccionada entre las Diez Mejores de la Historia del Cine, apunta ya una visión desesperanzada de la condición humana, una postura existencial no trascendente que sin embargo reafirma el compromiso moral con los demás seres humanos.
El pesimismo que le atenazaba como autor acabaría conduciendo al maestro Kurosawa al callejón sin salida de Dodes’ka-den (1970), filme amargo cuya angustia comunica al espectador, o a un cierto panteísmo en el caso de Dersu Uzala (1975). En los últimos años de su vida, arruinado como productor, pareció haberse recuperado –también anímicamente– en una serie final de magistrales películas: Kagemusha. La sombra del guerrero (1980), producida por Francis F. Coppola y George Lucas –cuya Guerra de las galaxias (1977) está basada en La fortaleza escondida (1958), donde evocaba el Japón feudal del siglo XVI–; Ran (1985), su original adaptación de El Rey Lear shakespeariano; y el testamento cinematográfico que representa Los sueños de Akira Kurosawa (1990), coproducida por Steven Spielberg. En este prodigioso filme el maestro nipón acaso aceptó la Muerte como punto final, al tiempo que condenaba al Hombre por el Mal que había hecho al Mundo actual en nombre del Progreso. Por eso se aferró a la vida excluyendo otra clase de perpetuidad en la que no creía. Akira Kurosawa se movió, por tanto, dentro de una espiritualidad que combinaba el budismo zen con el sintoísmo. Aun así, antes de despedirse del cine, se abrió a cierta trascendencia al visionar la obra de otro maestro del Séptimo Arte, el iraní Abbas Kiarostami.
Por todo ello, con los especialistas Andrés Expósito, Carlos Giménez Soria y Jordi Puigdomènech, autores del libro Akira Kurosawa. La mirada del samurái (Madrid, Ediciones JC, 2010), editado también para ese evento, y el valioso asesoramiento de los historiadores James Goodwin y Aldo Tassone, tuvimos la feliz idea de organizar este Año conmemorativo sobre su entrañable figura, en el cual se han implicado 26 entidades y 12 ciudades españolas, con ciclos de conferencias y proyecciones de su filmografía. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, aceptó la presidencia de honor. Actividades nacionales que tienen su eje en la exposición de los dibujos del maestro Kurosawa.
Es una muestra excepcional que reúne storyboards de sus últimas películas, carteles, vestuario, conferencias, talleres y proyecciones de algunas de sus mejores obras. Comienza su recorrido en Bilbao, siendo la primera sede que acoge esta exposición. Bellos storyboards preparativos de sus últimos filmes que funden la compleja iconografía zen con las vanguardias artísticas occidentales de principios del siglo XX que tanto admiraba: Van Gogh, Renoir, Cézanne, Chagall.
120 dibujos originales de Akira Kurosawa –venidos especialmente desde Japón–, que son origen y síntesis constructiva del cine de Kurosawa: una partitura plástica que prefigura el rodaje de la imagen en movimiento, y que ahora ponemos al alcance y contemplación de los cinéfilos y del gran público español.

(Publicado en ACADEMIA. Revista del Cine Español, núm. 173, diciembre 2010, pp. 78-79; y, algo más breve, en ABC cultural, 13-XI-2010, pp. 36-37).

lunes, noviembre 01, 2010

"100 DOCUMENTALES PARA EXPLICAR HISTORIA"


Acaba de aparecer en las librerías este nuevo libro de cine. Reproducimos la reseña aparecida en ABC y la crónica de su presentación en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC)


MIRAR LA REALIDAD

Por Juan Ignacio García Garzón

La ficción y la mirada documental han marcado en latidos paralelos el pulso del cine casi desde que los Lumière patentaron su invento en 1894. Superada la mera sucesión de imágenes en movimiento, ambas vías comparten estrategias narrativas y las acomodan a sus propósitos, de tal marea que lo documentales vienen a ser aproximaciones creativas -y con frecuencia críticas- a la realidad.

Josep Maria Caparrós, Magí Crusells y Ricard Mamblona abordan cómo este género tan diverso y tan en auge explica la Historia, y trazan su historia a través de cien títulos significativos, sin ánimo de teorizar ni aspiraciones exhaustivas. Su objetivo es dar a conocer esta forma cinematográfica y sus principales autores, de ahí su estructura de catálogo cronológico enriquecido con reseñas y notas informativas.

El subtitulo del volumen, De Flaherty a Michael Moore, da cuenta de los amplios márgenes temporales en los que se mueve, dividido en dos grandes apartados, "Los grandes clásicos y películas modernas" e "Historia de España contemporánea". La limitación a un centenar de títulos explica algunas ausencias (Sokurov, Farocki, Depardon...), pero no es óbice para que este trabajo atractivo, documentado y bien organizado sea indispensable material de consulta para cinéfilos y estudiosos.

J. M. CAPARRÓS LERA, MAGÍ CRUSELLS y RICARD MAMBLONA: 100 documentales para explicar Historia. Alianza Ediorial, Madrid, 2010. 262 páginas, 18,50 euros ****

(Publicado en ABC Cultural, 30-X-2010, p. 20)



UN LLIBRE QUE FA JUSTÍCIA AL GÈNERE DOCUMENTAL

Per Jaume Figa

El professor de la Facultat de Ciències de la Comunicació i crític literari, Sergi Doria, va presentar ahir al Saló de Graus el llibre 100 documentales para explicar Historia. De Flaherty a Michael Moore, de Josep Maria Caparrós, Magí Crusells i Ricard Mamblona, aquest últim professor de la UIC.

En aquest llibre, publicat per Alianza Editorial, els autors seleccionen un centenar de documentals, gairebé tots obres mestres de la cinematografia i algunes autèntiques pel·lícules de culte, que permeten conèixer la història de les diverses cultures que coexisteixen al nostre món. Des dels inicis del documental als anys 20 fins a l'actualitat.

En la presentació, Doria va explicar que el documental és un gènere cada vegada més hegemònic: un gènere que està guanyant autoritat i que avui en dia és molt respectat. Doria va assegurar que 100 documentales para explicar Historia és un llibre pràctic i útil, tant per a professors, com per a historiadors o amants del Setè Art.

Així, en aquesta obra es troben peces de clàssics com Nanuk, el esquimal (1922), Berlín, sinfonía de una gran ciudad (1927) o El hombre de la cámara (1929); sense oblidar obres d’altres grans directors com John Grierson, Jean Vigo o Leni Riefenstahl; films de guerra com The Battle of Midway (1943) o Let There Be Light (1945); o pel·lícules que van marcar un estil cinematogràfic com Chronique d’un été (1961) o Titicut Follies (1967).

Josep Maria Caparrós, professor d'Història Contemporània i Cinema de la UB, ha aportat sobre tot els clàssics de l'obra; Magí Crusells, expert en cinema i Guerra Civil espanyola, quasi la trentena de ressenyes sobre cinema espanyol; i Ricard Mamblona, professor i director de cinema documental, aquells «tresors» que mereixen un lloc en la història del documental. Caparrós, Crusells i Mamblona: tres generacions diferents per explicar la història des de tres estils diferents que amenitzen la lectura.

Segons Doria, es tracta en definitiva d'un llibre que torna al gènere del documental el lloc que mereix
(http://www.newsuic/, 25-X-2010)

jueves, octubre 14, 2010

PELÍCULAS RECOMENDADAS (15)

Michael Douglas es también el protagonista de la segunda parte de Wall Street
(Oliver Stone, 1987)

Nuevo listado de filmes de estreno, que recomiendo para los buenos aficionados (por orden alfabético):

- ASTRO BOY
- BLOOD MONEY. EL VALOR DE UNA VIDA
- BRIGHT STAR
- GRU. MI VILLANO FAVORITO
- MIS TARDES CON MARGUERITTE
- ORIGEN
- TOY STORY 3
- LA ÚLTIMA CIMA
- VISIÓN
- VIVIR PARA SIEMPRE
- WALL STREET: EL DINERO NUNCA DUERME

sábado, septiembre 04, 2010

WOODY ALLEN, OTRA VEZ


El famoso cómico y director neoyorquino acaba de estrenar su nueva película, Conocerás al hombre de tus sueños (2010), una aparente comedia de enredo que acaba en tragedia. Otra vez se asoma sarcásticamente para analizar y moralizar sobre la condición humana


Ciertamente, Woody Allen insiste, una y otra vez, en los mismos temas. Algunos críticos han afirmado que su último filme sabe a déjà vu. Como todos los maestros del cine, se repite continuamente: parece que siempre está haciendo la misma película. Pero no es así.

El cineasta estadounidense indaga de nuevo sobre las razones por las que se mueven sentimentalmente muchos ciudadanos contemporáneos; esta vez enclavados en Londres –como en su anterior trilogía, ya comentada, tras su fallido paréntesis en Barcelona–, pero con mentalidad muy próxima al mundo de su anterior película (Si la cosa funciona), donde retrata con mayor tino a los intelectuales judíos de la Gran Manzana.

No sé si cuando Allen sale del microcosmos de Manhattan acierta. Pero lo que sí hace es bucear sobre las incertidumbres de la sociedad actual a través de diversos personajes familiares. Aquí su alter ego es Anthony Hopkins, un septuagenario como él, que se divorcia de su mujer y se casa con una joven e inculta prostituta. Asimismo, la hija de ambos (espléndida la ascendente Naomi Watts) se prenda de su jefe, el director de una galería de arte londinense que encarna Antonio Banderas, y se divorcia de su infiel marido, que se va con una vecina jovencita, para darle “calabazas” aquél con su amiga pintora. Al final, la madre –que se cree a una pitonisa y piensa que ha sido reencarnada– se casará de nuevo con un bibliófilo viudo. De ahí que un reconocido colega catalán resumiera la trama así: “De no existir previamente, Se infiel y no mires con quién sería el título adecuado para este catálogo de adulterios e infidelidades, donde nadie (y la fauna es, como siempre, nutrida) escapa del pecado”. (Jordi Batlle Caminal, “Deliciosamente ácida”, en La Vanguardia, 27-VIII-2010, p. 30).

En fin, todo un triste panorama humano lleva a Woody Allen a replantearse la vida con un tono moralizante, que se acentúa en la medida que se ha hecho mayor: 74 años. El propio gran creador norteamericano se defiende diciendo: “Se puede decir que me ha salido una película triste. Porque de todos los personajes, sólo son felices los que se engañan a sí mismos”.

Y continúa, sintetizando su voluntad de expresión con estos términos: “Se puede llegar a la conclusión de que nada tiene sentido, y que no vale la pena vivir. Como yo a veces. Pero si ahora me pone una pistola en el pecho –contestó a un crítico en la rueda de prensa del Festival de Cannes, donde presentó You will meet a tall dark stranger, título original de esta penúltima obra (pues acaba de rodar otra cinta en París)–, yo insistiría para que no apretara el gatillo. Queremos vivir, a pesar de todo. Por eso pienso, y así lo explica el filme, que son más felices los que creen en algo: los que piensan que la vida tiene sentido”.

Allen vuelve a las tres constantes de siempre: sexo-amor, muerte-Más allá y Dios. Y aunque está algo más comedido explícitamente en la primera, aborda la segunda con cierta frivolidad, e insiste en la tercera, que parece ser su preocupación a medida que se acerca su futuro deceso. Veamos, si no, estas declaraciones: “Una vez tuve una larga charla sobre espiritualidad con uno de los grandes predicadores de mi país y al final me dijo: “Woody, aunque no fuera cierto, yo seguiría creyendo lo mismo porque soy más feliz”. Y decía al periodista: “Y ¿sabe qué? Creo que tenía razón. Son más felices los que creen en algo, en Dios, en los alimentos macrobióticos o en las enseñanzas del new age, a las que tan aficionados son en Estados Unidos”. Y en otra reciente entrevista, declaró:

“Yo me enfrento al misterio de la vida de forma extraña. Lo paso muy mal, y lo digo en serio. Sufro mucho, tengo mucha ansiedad y miedo y estoy realmente confuso. Y combato todo esto lo mejor que puedo; por eso trabajo mucho. Me ayuda y me distrae de los problemas reales. Cuando trabajo, mis problemas se centran en los actores, el guión, el vestuario... problemas más bien fútiles que, si no funcionan, tampoco sucede nada catastrófico. Cuando estoy en mi casa, pienso: ¡Dios mío, la vida es corta, terrible y triste y yo soy viejo!”.

Conocerás al hombre de tus sueños está brillantemente realizada. Se nota que hay un maestro tras la cámara: apenas se observa el tomavistas, los primeros planos y las miradas son claves en la narración y, sobre todo, la dirección de actores es excelente: un reparto coral, con montaje alternante, que capta al espectador. No obstante, el relato no entusiasma; logra interesar pero no arrastra, y tampoco está exento de cierta frialdad. Como si Allen no estuviera demasiado de acuerdo con la postura de cada cual. Eso me evoca una de sus frases humorísticas, que reproducía en mi libro Woody Allen, barcelonés accidental. Solo detrás de la cámara (2008): “Hoy en día, la fidelidad sólo se ve en los equipos de sonido”.

Por tanto, el tema de la infidelidad matrimonial aparece constantemente en esta película, como en algunas anteriores producciones. Recordemos que él mismo ha tenido cinco mujeres: tres esposas y dos parejas, sus antiguas "musas" y actrices Diane Keaton y Mia Farrow. En la antes citada entrevista, este viejo maestro del Séptimo Arte manifestaría con toda sinceridad su postura existencial:

“Es duro envejecer. Nadie quiere admitir que ya no es joven, pero el peligro es llegar a perder la cabeza por ello, el equilibrio mental. El ego masculino puede cegar y, literalmente, llegar al extremo de lo que le sucede a Alfie (Anthony Hopkins). El cree que por cambiar de mujer, comprarse un coche deportivo y practicar deporte va a evitar lo inevitable. Lamentablemente, no es así. Pero hay que admitirlo: envejecer es terrible. No encuentro ninguna ventaja. No te vuelves más listo, ni más sabio ni más amable. No sucede nada bueno. La espalda te duele más, tienes más indigestiones, pierdes vista y oído...”. Y concluye:

“Vamos por la vida de forma frenética y caótica, corriendo y chocándonos los unos contra los otros con nuestras aspiraciones y ambiciones, haciéndonos daño y cometiendo errores. En cien años ya no quedará nadie que nos haya conocido y todos los problemas, las crisis económicas, los adulterios y demás, no tendrán importancia. Eso: todo es furia y ruido y, al final, no significa nada. Mi filosofía de la vida es trágica y gris”. (Cfr. Cristina Carrillo, “La única forma de ser feliz es negar la realidad” (Entrevista con Woody Allen), en Magazine de ABC, núm. 1190, 15-VIII-2010, pp. 16-23).

En este sentido, cita la célebre frase de William Skakespeare con la que abre el filme en voz en off, y que completa dice: “La vida no es más que una sombra en marcha; un mal actor que se pavonea y se agita una hora en el escenario y después no vuelve a saberse de él: es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada”. (Macbeth, acto V, escena V). Una obra del año 1606, de este gran maestro de la Literatura renacentista, que su discípulo Allen evoca ahora en una tragedia contemporánea, la cual entronca “con el clasicismo más puro –en palabras del referido Batlle Caminal– y la delicada escena de la joyería con Banderas y Watts, por ejemplo, podría pertenecer a una comedia sofisticada de George Cukor o Preston Sturges”.

Estamos, en definitiva, ante una obra cinematográfica un tanto menor, con diálogos y momentos muy inspirados, pero que no alcanza la singular genialidad artística de la que antaño hiciera gala Woody Allen.

domingo, agosto 01, 2010

DOS ESPLÉNDIDOS DOCUMENTALES: "MARÍA Y YO" y "LA ÚLTIMA CIMA"



Este verano se han estrenado otros documentales excelentes, realizados por cineastas españoles, que valen la pena visionar


En efecto, el dibujante Miguel Gallardo y su hija María, de 12 años, son los protagonistas de una película de no ficción que ha centrado el interés del gran público: María y yo (2010), de Félix Fernández de Castro.
Miguel Gallardo es un reconocido dibujante e ilustrador barcelonés –Premi Nacional del Còmic de la Generalitat–, creador de “Makoki”, personaje de un cómic underground de los ochenta, que ha saltado al arte de las imágenes en movimiento con esta biografía de su hija, autista.
Combinando los dibujos y viñetas con el relato documental, Fernández de Castro ha puesto en escena una gran historieta autobiográfica –como si de un tebeo se tratara–, aprovechando la semana de vacaciones que pasó Gallardo con su hija, en Canarias. Esa aproximación humana al mundo del autismo y el cariño familiar resultan impresionantes, hasta incidir hondamente en el ánimo del espectador.
Como escribió el crítico Lluís Bonet Mojica –que califica a María y yo como sencilla, compleja y brillante–, “la película transmite optimismo, amor y el mensaje de que la esperanza puede ser una realidad en sí misma. Una realidad construida en estos cuadernos de Miguel Gallardo donde los dibujos se transforman en un alentador diario visual (...). Pocas veces la vida, el cine y los sentimientos se habían expresado con tan arrebatadora espontaneidad. Y con tanto sentido del humor/amor. Dos términos aquí nada antitéticos. No se pierdan –termina este gran colega de La Vanguardia– tan maravilloso diario sobre realidades hasta hoy sólo imaginadas” (16-VII-2010).
Únicamente hay que oír hablar a la madre, May Suárez, y ver el cariño y paciencia del padre, para comprender la felicidad de Marieta Gallardo dentro de ese mundo autista al que ahora podemos acercarnos gracias al género documental.

Por otra parte, el cineasta Juan Manuel Cotelo (Madrid, 1966), que debutó en 1998 con El sudor de los ruiseñores, también nos ha dado otra lección por medio de un relato biográfico, que da un salto aún más trascendente. Narra la trayectoria del sacerdote Pablo Domínguez, que murió a los 42 años escalando el Moncayo.
Pero no piense el lector-futuro espectador de La última cima (2010) que se trata de una película carca, sino del sencillo testimonio de una vida entregada a los demás. Como dice el realizador madrileño -a quien conocí cuando trabajada en EditMedia-, “Pablo era un cura listo, guapo y simpático que tuteaba a Dios”. Personalmente, lo pude comprobar cuando me sorprendió con una de sus famosas pláticas al entrar en una iglesia de Barcelona.
De Pablo Domínguez hablan sus amigos, familiares y almas a las que dirigía espiritualmente, e incluso varios obispos, a lo largo del documental. Una película excelente y nada ambiciosa, que presenta el propio Cotelo dirigiéndose al espectador. Además, se combinan esos testimonios con declaraciones en plena calle de distintas personas entrevistadas sobre el sacerdocio hoy.
El doctor Domínguez fue decano de la Facultad de Teología de San Dámaso y ha dejado huella en muchas almas, que reconocen ante la cámara su heroísmo en lo cotidiano, su gran generosidad y su amor a la libertad.
Por eso, La última cima se ha transformado en un fenómeno mediático, como ha reconocido la misma Academia del Cine Español. También lo pude comprobar cuando visioné este muy recomendable documental, al que cada día acude numeroso público a quien se le saltan las lágrimas como me ocurrió a mí.

Sin duda, ver María y yo y La última cima nos harán reflexionar sobre el sentido de la vida, su valor y el Más allá, y saldremos mejores del cine.

sábado, julio 03, 2010

PELÍCULAS RECOMENDADAS PARA ESTE VERANO'10


ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (USA, 2009), de Tim Burton, con Mia Masikowska, Johnny Depp y Helena Bonham-Carter. Color - 110 minutos.
La famosa novela de Lewis Carroll, llevada de nuevo a la pantalla por la factoría Disney, pero bajo la dirección vanguardista del siempre innovador Tim Burton. La película conecta con la imaginería infantil y puede gustar también al público adulto que se deje arrastrar por el onírico relato.

AVATAR (USA, 2009), de James Cameron, con Sam Worthington, Zoe Saldana y Sigourney Weaver. Color – 164 minutos.
Uno de los grandes éxitos taquilleros de la nueva revolución tecnológica que supone el cine en tres dimensiones. Aunque el espectáculo tiene más garra en ese sistema, interesará especialmente a los amantes del género fantástico y de ciencia-ficción, o al gran público que no sea demasiado exigente con su tópico contenido ecologista y de New Age. El 3D puede ser el futuro del Séptimo Arte.

CINCO MINUTOS DE GLORIA (GB-Irlanda, 2009), de Oliver Hirschbiegel, con Liam Neesson y James Nesbitt. Color - 90 minutos.
Nueva película sobre el conflicto político nord-irlandés, pero ahora visto desde el punto de la Fuerza de Voluntarios del Ulster. Treinta años después de un asesinato a sangre fría en venganza de los extremistas protestantes contra el IRA, verdugo y víctima se van a enfrentar a través de un reality show. Es un filme pacificador, que gustará primordialmente a los interesados por tal tragedia nacionalista.

EL CONCIERTO (Francia-Italia-Rumanía-Bélgica, 2009), de Radu Mihaileanu, con Aleksei Guskov y Mélanie Laurent. Color - 119 minutos.
Original parodia del comunismo ruso, realizada por uno de los cabezas de fila del nuevo cine rumano, que posee abundantes dosis de humor del absurdo y toques surrealistas. Se trata de una comedia melodramática, bastante emotiva y optimista, asimismo dirigida a los amantes de la música clásica.

EN TIERRA HOSTIL (USA, 2009), de Kathlyn Bigelow, con Guy Pierce y Ralph Fiennes. Color - 122 minutos.
Impresionante y dura película denunciatoria de la Guerra en Oriente Próximo, que narra la vida cotidiana de una brigada estadounidense encargada de la desactivación de bombas en zonas de combate. Se llevó los principales Oscar de 2009, entre ellos el de Mejor dirección: Kathlyn Bigelow es la primera mujer que gana la preciada estatuilla de Hollywood como realizadora.

EL ERIZO (Francia, 2009), de Mona Achache, con Josiane Balasko, Garance Le Guillermic y Togo Igawa. Color – 95 minutos.
Se trata de la puesta en imágenes de un best-seller galo, La elegancia del erizo, de Muriel Barbery. Perfectamente interpretada por la veterana Josiane Belasco, es una película llena de sensibilidad y valores humanos, que ha batido el record de taquilla en Francia. Puede servir para debates de cine-forum.

EL ESCRITOR (GB-Alemania-Francia, 2010), de Roman Polanski, con Ewan McGregor, Kim Cattrall y Pierce Brosnan. Color - 130 minutos.
Magistral película del discutido Roman Polanski –que terminó el montaje desde la prisión suiza–, que traslada a la pantalla la novela de Robert Harris, The Ghost Writer, con gran precisión fílmica. Gustará especialmente a los amantes del género thriller, así como a los interesados por los temas políticos de actualidad.

GREEN ZONE. DISTRITO PROTEGIDO (USA, 2009), de Peter Greengrass, con Matt Damon, Greg Kinnear y Brendan Gleeson. Color - 118 minutos.
Tras la trilogía de Bourne, director y protagonista vuelven a unirse para dar a luz otro digno filme comercial. Con un ritmo trepidante, pone el dedo en la llaga de la reciente Guerra de Irak. Película políticamente comprometida, está en la línea de la "oscarizada" En tierra hostil, pero resulta menos dura.

INVICTUS (USA, 2009), de Clint Eastwood, con Morgan Freeman y Matt Damon. Color - 123 minutos.
El veterano Eastwood vuelve a demostrar que sigue en forma como director. Después de Gran Torino, con la que se despidió del cine como actor, nos vuelve a sorprender con un famoso episodio de la presidencia de Nelson Mandela, cuando en el Mundial de Rugby de 1995 Sudáfrica consiguió la copa del mundo. Gustará mucho a los aficionados a este deporte. Posee también grandes valores humanos.

KATYN (Polonia, 2007), de Andrzej Wajda, con Artur Zmijewski y Maja Ostaszewska. Color – 118 minutos.
Con dos años de retraso ha llegado la última realización del maestro Wajda, que denuncia la tristemente célebre matanza de los bosques de Katyn, atribuida a los nazis y cometida por la URSS durante la II Guerra Mundial. Es un testimonio estremecedor; pues el padre del realizador fue uno de los oficiales asesinados.

EL PEQUEÑO NICOLÁS (Francia, 2009), de Laurent Tirard, con Kad Merad, Valérie Lemercier y Sandrine Kiberlain. Color - 93 minutos.
Basado en la obra de René Goscinny y Jean-Jacques Sempé, narra las travesuras del niño Nicolás y sus amigos, junto a otras historietas secundarias. Muy bien interpretada, es un filme amable y divertido, dirigido al público infantil pero que también gustará a los mayores.