domingo, diciembre 31, 2017
jueves, noviembre 30, 2017
"LA DELGADA LÍNEA ROJA" CIERRA LA XIV MOSTRA DE CINEMA ESPIRITUAL DE CATALUNYA
Esta tarde, en la Filmoteca de Catalunya, concluye la nueva Mostra de Cinema Espiritual, dedicada este año al diálogo y la diversidad, organizada por el Departament d'Afers Religiosos de la Generalitat y dirigida por el profesor Peio Sánchez, responsable de Cine del Arzobispado de Barcelona. Adjunto el texto de la presentación de la última película del ciclo dedicado a Terrence Malick, que ha corrido a mi cargo.
The Thin Red Line es un
excelente film antibélico y pacifista, que se enfrenta ética y artísticamente
a Salvar al soldado Ryan. Acaso
menos magistral que la obra de Spielberg, pero tan cuidada a nivel estético
como ésta, La delgada línea roja posee
varios puntos en común con aquella. Primero, que la acción está centrada en la
Segunda Guerra Mundial y posee una clara intencionalidad antibelicista. En
segundo lugar, que el enemigo –allí, los alemanes; aquí, los japoneses– es tan
salvaje y padece tanto como los propios soldados estadounidenses. Y por
último, que obliga a la reflexión crítica del espectador, también impactado
por las bellas y crudas imágenes de Malick.
A Terrence Malick (Illinois, 1942) se le había perdido de
vista desde hacía dos décadas. Su anterior película, Días del cielo (1978), era una delicada obra de arte que valió el
Oscar de fotografía al desaparecido operador catalán Néstor Almendros. Tras
veinte años de silencio, este casi olvidado realizador ha demostrado que sigue
sabiendo hacer cine de veras. Si ayer impulsó con aquel film a unos
jovencísimos Richard Gere y Brooke Adams, ahora lanza a cuatro jóvenes actores
casi desconocidos –Jim Caviezel, Adrien Brody, Elias Koteas y Dash Mihok– y da
un nuevo impulso a otros cuatro: John Cusack, Woody Harrelson, Ben Chaplin y
George Clooney, junto a los más veteranos Nick Nolte, Sean Penn y John
Travolta.
Estamos, pues, ante otra ambiciosa
cinta hollywoodiense, producida por una de las grandes majors, la nueva Fox –con un presupuesto de 52 millones de dólares–,
que ha sido rodada en los exóticos escenarios naturales de las islas Salomon y
en el bosque ecuatorial de Queensland (Australia), prácticamente en el mismo
marco donde se batieron las tropas estadounidenses en Guadalcanal, desde el 7
de agosto de 1942 al 7 de febrero de 1943.
El relato, por tanto, se desarrolla
durante esa histórica batalla y está basado en una novela homónima de James
Jones (autor del clásico De aquí a la
eternidad), que ya había sido llevada al cine por el especialista Andrew
Marton (El ataque duró siete días,
1964), con Keir Dullea y Jack Warden como protagonistas. Si en aquel film de “hazañas
bélicas” la narración incidía en la relación entre un sargento y un soldado,
en éste se va mucho más allá: Malick ofrece una seria reflexión –cuasi
filosófica– sobre la condición humana, a través de las dramáticas desventuras
que padece la I División de Infantería Marina que combatió allí. Con todo, el
mismo año de la contienda, esa epopeya ya había sido trasladada a la pantalla
por Lewis Seller (Guadalcanal, 1943),
también producida por la antigua Fox y basado en el libro de Richard
Tregaskis, con Preston Foster, William Bendix y Anthony Quinn como principales
intérpretes.
Ciertamente, por medio de las duras
batallas que tiene que sufrir ese grupo de soldados, el realizador –con las
voces en off de algunos personajes y flashbacks aislados– brinda un discurso
antiheroico que pone en tela de juicio la acción bélica del Ejército
norteamericano. La fealdad de las matanzas –junto a las inútiles o absurdas
muertes– llega a descubrir la miseria del espíritu humano. Y el pánico de
ambos bandos –el horror de la guerra y el miedo atroz también se aprecian en
el rostro de los japoneses vencidos– le sirve a Terrence Malick para retratar
lo bueno y lo malo del hombre sin escatimar ningún ápice de verismo en las
imágenes. Unas imágenes perfectamente concebidas –resalta el trabajo del operador
John Toll (Oscar por Braveheart)–,
que transportan al público desde idílico paraíso de esos nativos puros
–polinesios– hasta el infierno creado por los humanos cultivados –occidentales
y orientales–. Un mundo dantesco, de sangre y fuego, donde el público contempla
consternado y hasta asqueado la terrible irracionalidad de la guerra.
En La delgada línea roja no hay ninguna concesión al sentimentalismo
ni a la propaganda política. Aquí –al contrario que ocurría con la comentada
cinta de Spielberg– no hay lucha de la democracia contra el fascismo, ni
héroes USA que se sacrifican por la Europa amenazada por los nazis; sino gente
que muere sin saber bien por qué, en una gran conflagración que han creado
las grandes potencias desde arriba y que –como en todos los conflictos
bélicos– pagan siempre los de abajo. Es importante, en este sentido, el personaje
del coronel de West Point (que recuerda a los jefes militares del magistral Senderos de gloria, de Kubrick), en su
afán de poder y de afirmarse a sí mismo. El título resulta un tanto ambiguo:
puede referirse a la delgada línea que separa la cordura de la locura (viejo
refrán del Medio Oeste), a una táctica militar británica –que no emplearon los marines
en Guadalcanal–, o acaso a la línea continua del paro del corazón en un
electrocardiograma.
Realizada con un estilo bastante
coral y enorme brillantez formal, Malick cae no obstante en el esteticismo;
pues el preciosismo de las imágenes resta claridad al mensaje que pretende –la
antítesis de Salvar al Soldado Ryan–,
dándole un tono de ambigüedad y pretenciosidad intelectual que le perjudica
sobremanera. Así, su discurso un tanto espiritual y panteísta, desesperanzado
y confuso (se evidencia la teoría del “buen salvaje” de Rousseau), resulta
mucho más próximo a Apocalypse Now, Platoon y La chaqueta metálica que a las tradicionales películas del
género bélico.
Espectáculo y realismo, muerte y
desolación, se unen en The Thin Red Line.
Sin duda, Terrence Malick –que cuenta con una espléndida partitura musical de
Hans Zimmer– ha estado inspirado como creador. Pero no acaba de convencer del
todo con este film “políticamente correcto”.
Asimismo, el historiador y
músico Francesc Sánchez Barba, en su libro La II Guerra Mundial y el cine (1979-2004), destaca su “fantástica banda
sonora cuya propuesta ejerce un auténtico papel de contrapunto y transición
entre diversas escenas, entre la pesadilla y el retorno a un paraíso
entrevisto”.
Pero, al final, La delgada línea roja no se llevó ningún Oscar, pese a las siete nominaciones obtenidas de la Academia de Hollywood; mientras Salvar al soldado Ryan ganó cinco estatuillas.
Pero, al final, La delgada línea roja no se llevó ningún Oscar, pese a las siete nominaciones obtenidas de la Academia de Hollywood; mientras Salvar al soldado Ryan ganó cinco estatuillas.
martes, octubre 31, 2017
JOSEP MARIA CAPARRÓS PUBLICA UN NUEVO LIBRO SOBRE CINE ESPAÑOL
Con el título de El cine español durante el Gobierno de Zapatero
(2004-2011). Un escenario histórico de la última época socialista, el
catedrático emérito de la UB Josep Maria Caparrós acaba de publicar una nueva obra
especializada en la “Colección Historia”, que dirige Juan Pablo Fusi en la editorial
Biblioteca Nueva (Madrid).
Esta fuente coetánea demuestra cómo el cine es un
testimonio de la Historia Contemporánea de España. Se analiza un centenar de
películas, que reflejan los recientes años socialistas. De ahí que su autor
–como hiciera ayer con La Pantalla
Popular. El cine español durante el Gobierno de la derecha (1996-2003), que
trata de las películas realizadas en la primera etapa del PP, y antaño con El cine español de la democracia (1975-1989)–
ofrezca hoy una valoración crítica sobre este último período del PSOE.
El cine español durante el Gobierno de
Zapatero (2004-2011). Un escenario histórico de la última época socialista introduce al lector en la España del
cambio. A través de las reseñas de los principales filmes autóctonos, se brinda
también un retrato sociopolítico de nuestro país. Además, cerca de 700 descriptores
evidencian los temas tratados por las películas de estos años.
Este libro forma parte del proyecto de investigación subvencionado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (HAR2013-48419-P), del Ministerio de Economía y Competitividad, Gobierno de España, cuya investigadora principal es la profesora Gloria Camarero Gómez, prologuista la obra.
Este libro forma parte del proyecto de investigación subvencionado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (HAR2013-48419-P), del Ministerio de Economía y Competitividad, Gobierno de España, cuya investigadora principal es la profesora Gloria Camarero Gómez, prologuista la obra.
El doctor Caparrós
Lera ha sido profesor de la UB desde 1982 e impulsor de la asignatura Història Contemporània i Cinema, que
creó el curso 1995-96 y la cual fue modelo para otras universidades españolas
-País Vasco, Granada- y latinoamericanas -Santiago de Chile, Finis Terrae, República Dominicana-. Discípulo
de Miquel Porter, primer catedrático de cine de la Universidad de Barcelona, en
1983 fundó el Centre d’Investigacions Film-Història (www.filmhistoria.com), y desde 1991 edita una revista oficial de la UB, Filmhistoria (http://revistes.ub.edu/index.php/filmhistoria).
Durante estos años ha dirigido veinte tesis doctorales y es autor de más de 40
libros especializados, la mitad dedicados al cine español. Actualmente, también dirige dos colecciones sobre el séptimo arte: una en Ediciones UB y otra en Aracne Editrice (Roma).
Asimismo, en los últimos cursos académicos ha impartido clases de extensión universitaria -con créditos de libre elección de la UB- en el Institut d’Estudis Nord-americans (IEN), de Barcelona, cuya fundación publicó su libro A Critical History of American Cinema (2013). En septiembre de 2014, con sus sucesores, los profesores Magí Crusells y Francesc Sánchez Barba, organizó en la Facultad de Geografía e Historia el IV Congreso Internacional de Historia y Cine: Memoria Histórica y Cine Documental. En la actualidad, está impulsando un nuevo congreso sobre historia y cine, titulado Imágenes de las Revoluciones de 1968, que se celebrará del 18 al 20 de julio de 2018 en la misma UB. Recientemente, ha sido nombrado Profesor Visitante de la Universidad de Belgrado (Serbia).
sábado, septiembre 30, 2017
“AMAZING GRACE” ABRE EL CICLO LUCHADORES POR LA JUSTICIA, LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS
Organizado por CinemaNet, bajo la dirección del
historiador y periodista Daniel Arasa, ayer se inició el tercer ciclo
especializado, que este año se ha dedicado a “Luchadores por la Justicia, la
Libertad y la Dignidad de las personas”.
Con créditos de libre
elección por la Universidad de Barcelona, me tocó hacer la sesión de apertura,
que se proyectó la película Amazing Grace.
Reproduzco la presentación.
Este film histórico, coproducido por Gran Bretaña y
Estados Unidos, conmemoró en 2007 el 200 aniversario de la aprobación de la ley
que prohibía el comercio de esclavos en el Reino Unido y su imperio colonial (1807). La industria británica, especializada en cine
histórico para la gran pantalla y la TV, encargó a un artesano inglés -Michael
Apted (1941), director de Enigma, Gorilas en la niebla y la tercera
entrega de Los cuentos de Narnia- la
realización de esta película, que ha contado con un espléndido guionista,
Steven Knight (Promesas del Este),
que no sólo escribió un biopic, sino
que retrata también el contexto sociopolítico de aquella época, en plena
Revolución Francesa y el posterior Imperio napoleónico, tras la Independencia de
los Estados Unidos de América.
Estamos, pues, ante un film emocionante, que narra
el largo combate del parlamentario William Wilberforce (1759-1833) para abolir
la esclavitud en el Imperio británico. Licenciado en Cambridge, amigo después
del jovencísimo premier William Pitt
(a los 24 años ocupó el cargo de primer ministro), fue un hombre de honda
religiosidad, que se planteó consagrar su vida como cristiano evangélico
-metodista- y, antes de hacerse clérigo, decidió seguir otra vocación: siente
que Dios le quiere en el mundo para contribuir desde la lucha política a
transformarlo, a hacerlo mejor. Pero de forma pacifista.
Por eso, lo que relata la película posee hoy mucho
interés, cuando sólo hace 200 años que la trata de esclavos era norma aceptada
por el Gobierno inglés -pues constituía la base económica de las plantaciones
del Sur de los Estados Unidos, que influiría en la Guerra de Secesión USA
(1861-1865)- y hace tan solo medio siglo la discriminación racial estaba
aceptada en la política estadounidense y recientemente incluso llegaron a tener
un presidente de color, afroamericano.
Asimismo, la historia de Wilberforce y sus
correligionarios demuestra que un grupo de personas audaces puede movilizar a
la opinión pública para acabar con una lacra social tan ampliamente aceptada en
su época como actualmente puede ser el tráfico de emigrantes para la
prostitución o de órganos, por no hablar del aborto o de la misma corrupción
que todavía nos invade.
Amazing Grace es un film dramático e
intenso, entrañable pero no sensiblero; tampoco cae en la fácil hagiografía;
pues se muestra al protagonista como un hombre normal, enamorado de su bella
esposa, y con una vocación de servicio, que puede ser un ejemplo para los
políticos de hoy.
Michael Apted ha logrado en su realización cinematográfica
un espléndido estudio de mentalidades, a través de unas interpretaciones plenas
de fuerza y autenticidad, llenas en matices éticos en su interioridad y
actuación; sobre todo en la coherencia que evidencia el personaje central,
William Wilberforce, que encarna el actor Ioan Gruffudd, conocido por
protagonizar las dos primeras películas de Los
4 fantásticos y un papel en la “oscarizada” Titanic. También quiero destacar de su puesta en escena, las
brillantes secuencias portuarias y parlamentarias, el cuidado vestuario de
aquella época; en definitiva, el gusto estético preside todo el film.
Una obra artística que cuenta con el célebre himno Amazing Grace (“Sublime gracia”), compuesto por John Newton, antiguo negrero, convertido después en clérigo (interpretado por el gran Albert Finney), que
posee la fuerza espiritual para hacer cambiar los corazones. Y frente a las
dificultades políticas y la resistencia ante los derechos humanos, se impone el
sentido del honor y la perseverancia para recomenzar y volver a intentarlo,
ganando al final (tras 18 debates en el Parlamento) la justicia y la libertad, gracias también al tesón y a la fe.
Por tanto, se trata de un excelente film para
comenzar este nuevo ciclo, que continuará con Hotel Rwanda (6 de octubre), Selma
(13 de octubre), Sophie Scholl (20 de
octubre) y Un hombre para la eternidad
(27 de octubre). Todas las sesiones serán en la Salón de Actos del Oratorio del Col·legi
Major Universitari Bonaigua (c/ Jiménez Iglesias, 1 - Barcelona), los viernes a
las 19:30 horas. Entrada libre.
sábado, agosto 26, 2017
UNA SELECCIÓN DE CLÁSICOS DEL SÉPTIMO ARTE
Un colega me ha pedido le haga una selección de películas clásicas, organizadas por géneros cinematográficos. Y me ha parecido útil "colgarla" en mi webblog, por si los aficionados quieren llenar sus horas de ocio cultural de los días previos al principio del curso académico con la visión de algunos de estos títulos.
Aventuras: LA REINA
DE ÁFRICA (1951), de John Huston, con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn.
Color - 103 minutos.
Bélico: EL PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI (1957), de David Lean, con Alec
Guinness y William Holden- Color - 153 minutos.
Ciencia-ficción: 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO (1966), de
Stanley Kubrick. Color - 141 minutos.
Comedia: EL HOMBRE TRANQUILO (1952), de John Ford, con John Wayne y Maureen
O’Hara. Color - 121 minutos.
Cómico: EL GUATEQUE (1968), de Blake Edwards, con Peter Sellers. Color - 98
minutos.
Dramático: ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE (1967), de Stanley Kramer, con
Spencer Tracy, Katharine Hepburn y Sidney Poitier. Color - 104 minutos.
Fantástico-terror: LOS PÁJAROS (1963), de Alfred
Hitchcock, con Tippi Hedren. Color - 120 minutos.
Histórico: UN HOMBRE PARA LA ETERNIDAD (1966), de Fred Zinnemann. Color - 115
minutos.
Musical: CANTANDO BAJO LA LLUVIA (1952), de Stanley Donen y Gene Kelly.
Color - 103 minutos.
Policíaco: LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS (1987), de Brian de Palma, con Sean
Connery y Kevin Costner. Color - 111 minutos.
Western: HORIZONTES DE GRANDEZA (1958), de William Wyler, con Gregory Peck,
Jean Simmons y Charlton Heston. Color - 156 minutos.
martes, agosto 01, 2017
FRANCISCO ELÍAS RIQUELME, EL ONUBENSE QUE INTRODUJO EL CINE SONORO EN ESPAÑA
El cineasta onubense Francisco Elías
El cineasta
vivió entre Francia, Estados Unidos y México, donde se curtió como director,
guionista y traductor. Trabajó con grandes figuras del celuloide de su época y
dejó el legado de 'El misterio de la Puerta del Sol', primer largometraje
sonoro realizado en España. 40 años después de su desaparición, Josep María
Caparrós y Enrique Sánchez Oliveira buscan apoyos para que la segunda e inédita
autobiografía del onubense, 'Anatomía de un fantasma', salga a la luz.
Por ANA RODRÍGUEZ
Cada año, cuando llega el verano, se celebra el
Islantilla Cinefórum, el Festival de Cine bajo la Luna de Islantilla, que se ha
convertido en un clásico cultural de la costa onubense. En su marco, se
entregan los Premios UHU Francisco Elías, nombre que gracias a
este galardón, y al también conocido Cineclub Francisco Elías, nos ha empezado
a sonar a todos pero… ¿Quién fue Paco Elías?
Fue un director,
guionista y traductor onubense que realizó una amplia producción cinematográfica
en España, Francia, Estados Unidos y México hasta mediados de los años 50 del
siglo pasado. Su principal hito fue ser el artífice
del primer largometraje sonoro o parcialmente sonoro que se llevó a cabo en
España, El misterio de la Puerta del Sol (1929), que se estrenó el
11 de enero de 1930.
Le tocó vivir una época muy complicada: dos Guerras Mundiales, la Guerra Civil española que lo obligó a exiliarse por sus ideales falangistas, la Dictadura de Franco… Quizá fueran las convulsas circunstancias que lo rodearon las que hicieron que su figura se diluyera, no obteniendo el reconocimiento social o popular del que fue merecedor. Sirvan estas palabras de recuerdo y homenaje al gran maestro del séptimo arte.
Francisco Elías Riquelme nació en Huelva
capital, en la calle Rábida para ser exactos, el 26 de junio de 1890. A los
siete años su familia se trasladó a Barcelona, donde el pequeño Paco descubrió
lo que era el cine y se aficionó a las películas de
Lumiére y Meliès.
Tanto apasionaban aquellas imágenes proyectadas al joven onubense que con 18 años
saltó a Francia, a la ciudad de París, donde se instaló con el objetivo de
aprender todo lo posible sobre aquella industria.
Trabajó en los Service
des Agence de la casa Gaumont en la capital francesa –posteriormente
también lo haría en Nueva York- como redactor e impresor de intertítulos de
películas mudas, y acabó siendo ayudante del
director de cine francés Léonce Perret. Con él viajó a Londres donde contempló por
primera vez una cinta del genial Griffith, a quien
conocería en persona años más tarde.
En París también realizó en 1911 su primer
guión, el de la película La alondra y el milano. Tres años después
regresó a Barcelona, para fundar una sucursal de la
compañía de cine francesa Éclair, al mismo tiempo que fundaba una empresa
dedicada a la impresión de películas mudas, Manufactura Film. En esta última,
dirigió su primer trabajo de ficción Los oficios de
Rafael Arcos.
Durante la I Guerra Mundial, Elías cruzó el
charco y, junto a sus hermanos Julio y José, puso en marcha la Elías
Press Inc.,
una empresa de traducción e impresión de títulos e intertítulos en castellano
de películas mudas. Su estancia en América le serviría para curtirse como
director y conocer a destacadas personalidades de la industria que amaba. En
esta época, dirigió un cortometraje en Nueva York con Manuel Noriega, A
Perfect fit (1920).
Tras pasar por Hollywood, Francisco viviría un
tiempo en México, donde se rumorea que grabó un documental
con el mismísimo Pancho Villa.
Pero los tiempos cambian y el cine mudo estaba
dando sus últimos coletazos en el continente americano. Elías decide regresar a
su país, en concreto a Barcelona, donde rodó su primer
largometraje mudo El fabricante de suicidios (1928), al que
siguió Chicas de cabaret (1929).
Sería en Madrid, en 1929, cuando el onubense
llevara el sonido al cine español. La película El
misterio de la Puerta del Sol supuso un antes y un después para la fábrica
de sueños nacional. Rodado con 18.000 pesetas y estrenado el 11 de enero de
1930, el largometraje ha pasado a la historia por incorporar
por primera vez en una cinta grabada en España técnicas de sonido.
Elías regresó a París, donde además de rodar
tres películas para productoras francesas conocería a la que fue su mujer, la
actriz y bailarina Roma Taëni.
De nuevo en España, fue cofundador de los Estudios
Orphea en Barcelona,
los primeros que rodaron películas sonoras en la Península. Con ellos
dirigió Pax; El último
día de Pompeyo; Boliche, su película más
taquillera; adaptó la zarzuela Doña Francisquita; elaboró el guión de la
comedia musical Mercedes; llevó a cabo su film
más experimental, Rataplán; y dirigió el
melodrama María de la O.
Tras dirigir Bohemios y ¡No
quiero, no quiero! durante
la Guerra Civil, Elías, de ideales falangistas, se exilió a México, donde vivió
una de las épocas más difíciles de su vida. Huir cuando se había consolidado en
su país como un director importante no fue nada fácil, a lo que se sumaron
ciertos problemas de salud que agravaron su
triste situación.
Durante los años que pasó en México, el onubense
dirigió Calumnia, La madrecita, El milagro del Cristo,
La epopeya del camino, La canción del plateado, La Virgen roja, Sierra Morena y No
te dejaré nunca,
además de adaptar al cine Ya tengo a mi hijo y El
signo de la muerte,
film este último que protagonizaron Cantinflas y Manuel
Medel.
En 1948, Francisco Elías regresó a España, pero
la suerte tampoco lo acompañó en esta ocasión. Desde entonces y hasta su
muerte, en junio de 1977 a causa de un paro cardiorrespiratorio, sólo dirigió
una película, Marta (1954), que no cosechó
grandes éxitos, y redactó el guión de Ángeles sin
cielo(1957)
y La boda era a las 12 (1962).
Apartado de ese universo que siempre había sido
su razón de ser, Paco se mantuvo gracias a las traducciones
que realizaba de libros en inglés y francés. Además escribió dos autobiografías, El
cine español y yo y Anatomía
de un fantasma,
esta última aún inédita.
Entre los pocos homenajes que recibió este
incomprendido director, se encuentra la encomienda del
Mérito Civil, que obtuvo de manos del rey Juan Carlos I y el recuerdo, a
título póstumo, del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en 1994, además
de contar con una calle en su ciudad natal, un cineclub que lleva su nombre y
el Premio Francisco Elías del Islantilla Cinefórum.
Alguien que conoció bien al onubense es Josep
María Caparrós Lera, catedrático
emérito de Historia Contemporánea y Cine del Centre d’Investigacions
Film-Història de la Universidad de Barcelona. Con su testimonio nos acercaremos
un poco más al visionario onubense:
El catedrático Josep María Caparrós
– ¿Cuándo
conoció a Francisco Elías?
– Corría el año 1974. Fue con motivo de la realización de mi tesis doctoral
sobre el cine argumental de la II República y la Guerra Civil española; me fue
presentado por el profesor Miquel Porter-Moix, porque Paco Elías había sido el
responsable de la producción cinematográfica durante el conflicto bélico en
Barcelona. Él me ayudó mucho, presentándome a personas y contándome cuál era el
ambiente de aquellos años.
– ¿Qué relación
mantuvo con él a lo largo del tiempo?
– Hicimos una gran amistad, porque le visitaba periódicamente en su casa y me
explicaba sus andanzas cinematográficas, que fueron muy ricas. Me cedió una
síntesis de sus memorias, El cine español y yo, que publiqué en 1992
-ya muerto Elías-, junto a un artículo-homenaje anterior en el semanario Mundo, donde yo era el
crítico de cine. Ese pequeño reconocimiento lo agradeció mucho, con una carta
entrañable. Después, me dio a leer sus memorias completas, Anatomía
de un fantasma. Historia clínica del cine español, que nadie quería
editarle por el tono crítico-denunciatorio. Ahora, con su biógrafo Enrique
Sánchez Oliveira, estamos intentando publicarla en la colección de cine que
dirijo en la Universidad de Barcelona.
– ¿Cómo era
Elías en el trato personal?
– Era una persona muy cordial, llena de
vitalidad, pero resentida por el mal trato que había recibido al regresar de
México por los profesionales y las autoridades del cine español. Sufrió la más
dura ingratitud, y eso le hizo mucho daño. Él, que había sido prácticamente el
fundador del cine sonoro español.
– ¿Conoce usted
cuáles eran sus inquietudes (personales y profesionales)?
– Era un hombre inteligente, y muy trabajador. Nunca hablaba de sus inquietudes
íntimas, más personales. Estaba un poco obsesionado por ser reivindicado.
Aunque cuando el Gobierno español de la recién iniciada democracia le reconoció
oficialmente, ya era tarde. Me dijo: “A burro muerto, cebada al rabo”.
Profesionalmente, por su situación económica, edad y estado de salud, en los años
70 (falleció en 1977) ya estaba un poco acabado.
– ¿Qué pasó
con él en su opinión?
– Paco Elías había sido de la “quinta columna” durante la Guerra Civil,
falangista, y nunca se llevó bien con la izquierda, de la que era muy crítico.
Ésta le hizo el vacío en México y, cuando volvió a España, se lo hizo la
derecha franquista. Recibió de ambos lados.
– ¿Considera
que se ha reconocido la labor de este onubense o que es un gran olvidado?
– Entre los historiadores más rigurosos, sobre todo actuales, sí ha sido
reconocido. Asimismo, en Huelva se le dedicó una calle -a cuya inauguración
estuve invitado- y el cine-club local lleva su nombre. Sería importante
publicar su mencionado libro de memorias, para que su reconocimiento sea mayor,
y que Francisco Elías Riquelme pase a la Historia del Cine Español con letras
de oro, como francamente merece.
En suma, la
trayectoria del cineasta onubense fue fiel reflejo de su amor por una profesión
a la que dedicó toda su vida. Una labor que bien merece un reconocimiento mayor
del que hasta ahora ha tenido el visionario Paco Elías.
(Reportaje publicado en HUELVA BUENAS NOTICIAS, 25 - julio - 2017)
lunes, julio 17, 2017
UN PROYECTO AMBICIOSO: CINE ESPAÑOL EN LAS AULAS
James Dean y Natalie Wood, en Rebelde sin causa (1955)
Estos últimos días ha salido una
información en la prensa española que ha sorprendido a muchos: la iniciativa de
la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España de incluir
como asignatura optativa en el sistema educativo del país el séptimo arte autóctono.
La propuesta, que se elevará al
Ministerio de Educación, incluye el visionado de 30 películas españolas. El
actual Director general de nuestra Academia, Joan Álvarez, ha manifestado que
si un alumno de 16 años está obligado a saber quiénes eran Pablo Picasso y
Salvador Dalí, ¿por qué no explicarles quiénes eran Luis Buñuel o Luis García
Berlanga? El proyecto es “formar a las próximas generaciones de espectadores
para que lleguen a sentirse orgullosos del cine que se hace en España”. Además
de esos 30 filmes clave que deberían ver “de manera incontestable”, se añade
que los profesores deberán instruir a los estudiantes sobre “los principios de
la cinematografía, su historia y las diferencias entre las formas de rodar y montar
en Hollywood, Europa, Rusia o Bollywood”.
Ante este ambicioso proyecto, han
surgido voces que lo han puesto en tela de juicio: de momento, uno de los críticos de cine
de La Vanguardia, Salvador Llopart, y
el escritor Joan de Sagarra. Dice el primero: “El cine no
debería ser nunca vivido como un castigo. Y mucho menos como una obligación. Uno
teme que cualquier película vista por obligación, en la escuela, pueda tener un
efecto contrario al deseado (…) Brindar información en la escuela, crear
oportunidades, fascinar con ciertos directores: maravilloso. Pero habría que
evitar sentar cátedra y convertir el cine en un arte esclerótico” (11 de julio).
Mientras el segundo ratifica: “Huelga decir que estoy de acuerdo con las
palabras de Llopart. Pero voy más lejos: ¿quién escogería esas 30 películas
españolas a visionar en los colegios ‘de manera incontestable’? Los señores de
la Academia, profesionales del cine? Pues estamos apañados, con el cariño que demuestran
esas criaturas entre sí…” (16 de julio).
Ahora entro yo en la polémica.
Desde hace muchos años, hemos hablado del cine como una “asignatura pendiente”
en la educación española, cuando en Francia se enseñaba en los liceos desde los
años 50, en Cataluña desde los años 60-70 -personalmente fui uno de los
profesores en varios colegios, siguiendo las enseñanzas de mi maestro Miquel
Porter, el pionero-. Pero no empleábamos sólo cine español, sino obras maestras
del séptimo arte para enseñar a los alumnos a valorar las películas y sus
autores, los diversos movimientos y la historia, además de hacer hincapié en el
lenguaje fílmico y el sentido crítico en el análisis de los filmes.
Reducir el proyecto al cine
español -que tan limitada aceptación posee entre el gran público- podría ser un
fracaso o, al menos, contraproducente. Obviamente, en el programa deberían estar títulos
como Surcos, ¡Bienvenido, Míster Marshall!, Calabuch,
Muerte de un ciclista, Calle Mayor o El verdugo, junto a El
espíritu de la colmena, El Sur y Los santos
inocentes; pero también filmes tan importantes como El gran dictador, Las uvas de
la ira, Ciudadano Kane, Roma, ciudad abierta, Los mejores años de nuestra vida, Ladrón de bicicletas, El tercer hombre, Rebelde sin causa, Los
cuatrocientos golpes…, donde el espectador adolescente sabría valorar el
arte cinematográfico en su contexto histórico, enseñarle la sintaxis y los
distintos estilos, además de enriquecerse como persona y futuro público de buen
cine, sea español o extranjero.
Por supuesto, estamos abiertos a
colaborar con ese ambicioso proyecto oficial, iniciativa de la Academia
Española, que deberíamos estudiar seriamente y consensuar.
jueves, junio 29, 2017
El Centre d'Investigacions Film-Història lliurà els seus premis anuals a la Filmoteca de Catalunya
Des del 25è aniversari de la seva fundació (1983), el Centre d’Investigacions Film-Història,
grup de recerca adscrit a la secció
d’Història Contemporània
i Món Actual del
nou departament d’Història i Arqueologia
lliurà el
dimarts dia 27 els seus premis anyals dins una sessió de la Filmoteca de Catalunya, a les 18:30 en
la Sala Laya.
El Premi a la Millor Investigació de 2016 ha estat atorgat a l’historiador Ángel
Miquel, pel seu llibre Crónica de un encuentro: el cine mexicano en España, 1933-1948,
per “la seva rigurosa recerca -perfectament il·lustrada pel mateix autor- sobre un període i
unes relacions cinematogràfiques poc estudiades”, segons l’Acta del Jurat. Aquest professor
de la UNAM vindrà des de Mèxic
per recollir aquest guardó
i presentarà el film Allá en el Rancho Grande (1936), de Fernando de Fuentes.
El Premi Especial del Jurat d’enguany ha estat atorgat a la historiadora
Gloria Camarero, professora de la Universidad Carlos III de Madrid, per “la seva acurada organització dels Congressos
Internacionals d’Història i Cinema a l’Estat
espanyol i la valuosa edició de les Actes d’aquestes reunions científiques durant els cursos
acadèmics 2007 al 2016”, diu també el Jurat
del Centre.
Per altra part, la tercera edició del
Premi FILM-HISTÒRIA
Junior 2016 al Millor Treball de Recerca de Batxillerat ha estat
per l’alumne Àlex Serra
Alcina, de l’Institut
Mediterrània del Masnou per l’acurat estudi històric i filmogràfic L’evolució del
cinema de terror. Des de 1896 fins a l’actualitat, tutoritzat per la professora
Blanca Pardo. Tanmateix el Jurat ha donat un Accèssit
al treball col·lectiu intitulat El NO-DO. Imatges d’una
època de David Fonteboa Carmona, Jonathan Lencina
Jiménez i Sergio Peña Pérez del Col·legi Sant
Gabriel de Sant Adrià del Besòs, tutorat per les professores Laura Puy i Ruth
Vives.
viernes, mayo 19, 2017
NUEVAS PELÍCULAS RECOMENDADAS
Aquí va mi listado de 20 filmes recientes (unos de estreno; otros ya en vídeo), para todos los gustos:
BALLERINA
LA CIUDAD
DE LAS ESTRELLAS
DESPUÉS DE
LA TORMENTA
EL EDITOR DE LIBROS
EL EDITOR DE LIBROS
FÁTIMA, EL
ÚLTIMO MISTERIO
GRU 3. MI VILLANO FAVORITO
GRU 3. MI VILLANO FAVORITO
HASTA EL
ÚLTIMO HOMBRE
IGNACIO DE LOYOLA
IGNACIO DE LOYOLA
UN ITALIANO
EN NORUEGA
EL JUGADOR
DE AJEDREZ
LA LLEGADA
LOVING
MARAVILLOSA
FAMILIA DE TOKIO
MORGAN, EL
HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO
NEGACIÓN
SI DIOS QUIERE
SI DIOS QUIERE
SILENCIO
STEFAN
ZWEIG: ADIÓS A EUROPA
SULLY
LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL ARTISTA: AFTERIMAGE
LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL ARTISTA: AFTERIMAGE
Y buen verano cinéfilo!
jueves, mayo 04, 2017
Josep M. Queraltó protagonitzarà la 13a Tribuna del Cinema Espanyol
El col·leccionista Josep Maria
Queraltó serà el protagonista de la 13a Tribuna del Cinema Espanyol, que tindrà
lloc a la Sala Gran de la Facultat de Geografia i Història de la UB (Montalegre, 6, 4a planta), el
proper dimarts 9 de maig, a les 11 h. L’entrada es lliure.
La Tribuna del Cinema Espanyol,
que s’organitza des del curs acadèmic 2001-2002, és una iniciativa del Centre
d’Investigacions Film-Història, del departament d’Història i Arqueologia de la
UB. Es tracta d’una plataforma oberta en què es convida un cineasta a parlar de
la seva trajectòria artística i a dialogar sobre la seva obra. Al final de
l’acte, el convidat participa en un col·loqui amb el públic assistent. Fins ara,
han passat per aquestes tribunes especialitzades els directors José Luis
Guerín, David Trueba, José Luis Borau, Josep Maria Forn, José María Nunes i
Daniel Benmayor, l’actriu Assumpta Serna, els productors Julio Fernández, Edmon
Roch i Andrés Morte, l’actor Emilio Gutiérrez Caba i l’historiador Esteve
Riambau.
martes, abril 25, 2017
COLOQUIO SOBRE “AFTERIMAGE”, DEL MAESTRO ANDRZEJ WAJDA, EN EL BCN FILM FESTIVAL
Este martes, hemos
tenido la primera sesión el I Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant
Jordi, precisamente sobre la última película realizada por el maestro Andrzej
Wajda antes de morir: Afterimage.
Después de presentarme el director del certamen, José María Aresté. Sintetizo
mi discurso previo al coloquio.
Los últimos días del artista:
Afterimage se trata de una auténtica obra maestra, que posee cierto
cariz autobiográfico con su autor, aunque está inspirada en el drama final del
pintor vanguardista polaco Wladyslaw Strzeminski, durante el período 1948-1952.
Con todo, el universo creador de Andrzej
Wajda resulta complejo, pues funda el romanticismo -a vaces, calificado como
salvaje- y el expresionismo barroco con el realismo crítico de carácter
nacionalista, a caballo entre el materialismo y el humanismo que le singularizaba
como autor. Le gustaba contraponer el Amor y la Muerte, el Heroísmo y la
Locura. Con una obra un tanto atormentada, presa del recuerdo de la guerra y
vuelta hacia el pasado polaco -recuérdese su película sobre la Revolución
industrial, La tierra de la gran promesa (1975)-, Wajda fue un testigo de
las incertidumbres del presente histórico. Es más, combinaría su prolífico
quehacer fílmico (44 películas realizadas en 60 años) con la dirección escénica
y televisiva.
Crítico con el totalitarismo de
izquierda con su famoso film El hombre de mármol (1977), mostró
su clara disidencia con El hombre de hierro (1981), donde
rompió un lanza a favor del sindicato Solidarnosc y, posteriormente, contra el
sistema comunista con la parábola Danton (1982), que tuvo que realizar
en Francia al ser declarada ilegal su productora -incluso fue detenido- por
parte del Gobierno polaco del general Jaruzelski.
En 1990, cuando Lech Walesa ya
era presidente de su país, regreso y rodó nuevas películas, destacando Katyn
(2007), sobre la matanza que costó la vida a más de 20 mil militares y civiles
polacos -entre los que estaba su padre-, asesinados cruelmente por los
soviéticos durante la II Guerra Mundial -que se había atribuido a los nazis-,
además de sus dos últimos films, Walesa, la esperanza de un pueblo
(2013) y Powidoki (2016). En el año 2000, recibió el Oscar honorífico de
la Academia de Hollywood.
Podemos ahora abrir el coloquio
con los temas que propone EDUCACINE: las vanguardias artísticas; la libertad
creativa en regímenes autoritarios; la creación artística al servicio de las
ideologías: ¿una forma de arte?; supervivencia y mantenimiento de las propias convicciones,
o cómo vivir el adagio: primum vivere,
deinde philosophare; conciliación entre vida profesional y vida familiar; y
¿cómo se abordan las biografías en el cine?
martes, abril 18, 2017
El Centre d’Investigacions Film-Història de la UB colabora en el BCN Film Festival-San Jordi
La próxima fiesta de Sant
Jordi traerá de la mano un nuevo festival para la ciudad de Barcelona: el Primer
Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi (www.bcnfilmfest.com), que se celebrará
entre el 21 y el 28 de abril en los Cinemes Verdi del barrio de Gràcia de
Barcelona.
El nuevo certamen, organizado
por Espectarama (Cinemes Verdi) y el Festival Educacine (DeCine21), pretende
convertirse en un punto de encuentro imprescindible para el público de
Barcelona. Un festival que nace, igual que la emblemática fiesta de Sant Jordi,
con un carácter popular y abierto a todos los públicos y a todo tipo de
géneros. El director de programación es el crítico de cine José María Aresté.
Con la colaboración del Centre
d’Investigacions Film-Història (www.filmhistoria.com), el BCN Film Festival-Sant Jordi está
formado por cinco secciones: Oficial, con las
películas adscritas al tema central del certamen: Cine-Historia-Literatura;
Cinema amb Gràcia, con una selección de comedias agrupadas en una sección
que rinde homenaje al barrio de Gràcia; Zona Oberta, en la que el Festival se abrirá a
otros tipos de películas y públicos, que no encajarían en las anteriores
secciones; Imprescindibles, que
proyectará cuatro obras maestras de la historia del cine seleccionadas por el
“padrino del festival”, que este año recae en el historiador y cineasta Bertrand Tavernier; y Exhibition On Screen,
que presentará una selección de documentales de calidad sobre grandes
pintores de todos los tiempos.
Entre los 35 films que se
exhibirán destaca la película que inaugurará el certamen: Norman, el hombre que lo conseguía todo, de Joseph Cedar, que
presentará el propio director y el protagonista, Richard Gere, cuya proyección
tendrá lugar el día 21 de abril. También se proyectarán títulos inéditos, como Los últimos días del artista (Afterimage), la última película que rodó
el maestro Andrzej Wajda justo antes de morir, que introducirá el catedrático
emérito de la UB y fundador del Centre d’Investigacions Film-Història, Josep
Maria Caparrós, y mantendrá un coloquio al final; Su mejor historia (Their Finest),
de Lone Scherfig, cuyo coloquio correrá a cargo de Juan Manuel Alonso, profesor
de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y miembro del Centre
Film-Història ambas están programadas para el martes 25 de abril; y las también
históricas Churchill, con la
presencia de su realizador, Jonathan Teplitzky, que comentará Francesc Sánchez
Barba, director adjunto del Centre Film-Història y profesor de Historia
Contemporánea (UB), cuya première mundial
está prevista para el miércoles 26; y Una
bolsa de canicas (Un sac de billes),
de Christian Duguay, coloquio que irá a cargo del doctor Rafael de España, cofundador
del Centre Film-Història, que se proyectará el jueves 27. En la sesión de
clausura, viernes 28 de abril, se estrenará Día
de patriotas, de Peter Berg, film sobre el atentado del Maratón de Boston,
en 2013, y se concederán los premios del certamen.
Patriots Day, la película de clausura
domingo, marzo 26, 2017
"INCIERTA GLORIA", UNA VISIÓN SESGADA DE LA GRAN NOVELA DE JOAN SALES
Hace más de veinte años, a través
del hoy desaparecido escritor Carlos Pujol, me llegó el encargo de asesorar la
posible adaptación cinematográfica de esta obra catalana de Joan Sales,
considerada como una de las mejores novelas europeas del siglo XX. Hablé con la
viuda del escritor, y quería que se respetase el texto de su marido. Me leí el
original de Incerta glòria, en los
dos volúmenes editados por Edicions 62/la Caixa (1981), y me impresionó. Pero al
final no se llevó a la pantalla. Si no recuerdo mal, el director iba a ser
Francesc Bellmunt. Y la viuda de Sales, Núria Folch i Pi, falleció en el año
2010.
Ahora se ha estrenado la versión
producida por Isona Passola y dirigida por Agustí Villaronga (Palma, 1953), y
me ha defraudado. No está a la altura de la novela del gran escritor y editor,
republicano y católico. Incierta gloria
no ha sido sintetizada por el cineasta mallorquín; más bien ha sido sesgada: omite
a uno de los personajes centrales, el seminarista Cruells, dejando a los otros
protagonistas -la Carlana, Lluís de Brocà, Trini y Juli Soleràs- sólo en el
marco de la Guerra Civil española -concretamente en el año 1937, haciendo
hincapié en el aspecto más sórdido, como hiciera en Pa negre (2010)- y elimina la parte más filosófica del libro
original, cuyo profundo dramatismo, moralidad y calidad o estilo literario ha
sido comparado con Fiódor Dostoievski, Georges Bernanos, François Mauriac o Graham
Greene.
¡Qué lejos está la película de
Villaronga de esos autores! Además, quién no haya leído la novela se encuentra
con los personajes casi de golpe, sin apenas contextualización y descripción
psicológica, y asiste sorprendido a la tragedia. Aun así, cabe reconocer la
espléndida ambientación del frente de Aragón y la Barcelona de aquellos años
(Plaza Palau, Hospital de Sant Pau, los bombardeos a la Ciudad Condal), al
igual que la convincente interpretación de Núria Prims como la Carlana, Marcel
Borràs como el teniente Lluís, Bruna Cusí como Trini, y Oriol Pla como Soleràs,
aunque un tanto desdibujado. Por otra parte, Agustí Villaronga incluye una
cruda escena erótica y algunos desnudos complacientes y obscenidades que no
salían en el texto original; posibilidad que antaño la viuda de Joan Sales quería
que yo me encargara de evitar, además de que se respetara el espíritu del libro.
Sin embargo, ante su incompleta
traducción de la novela, el director se defendió así: “A mí particularmente no
me interesa tanta disquisición cristiana ni tanta duda existencialista sobre la
bondad que enarbola Cruells. Por eso eso sería partidario de fundir los dos
personajes a favor de Soleràs”. Y también manifestó: “Filmar un proceso
intelectual de personajes que hacen disquisiciones morales, metafísicas y
religiosas, como es el caso, es muy difícil, siempre has de ir a los diálogos y
corres el peligro de hacer una cosa pesada y poco reflexiva. El cine no es el
espacio adecuado para este tipo de reflexiones… Se me hace muy difícil reflejar
en imágenes el aspecto intelectual de la obra”. (Cfr. Bernat Salvà, Entrevista
a Agustí Villaronga, en El Punt Avui,
15 de marzo de 2017, p. 34).
Sí el crítico y profesor Àngel
Quintana escribió en el mismo diario catalán una aguda reseña titulada Sense el rerefons catòlic, donde dice que
“el paso del drama existencial a la tragedia sexual provoca algunos desniveles
en la película”, el también especialista Peio Sánchez termina afirmando en su
crítica del film: “La disculpa no es la dificultad llevar al cine una obra de
700 páginas que necesitan ser aligeradas. Ni la solución es despojar a los
personajes de su verdadera hondura dramática para traspasarlos a la dificultad
de amar en tiempos de cólera y de salvar a un niño en medio del desastre. Incierta gloria se merecía algo más y no
un simple cirujano de encargo. Hay en nuestra cultura un vértigo, que podemos
llamar indiferencia, al abismo y a las profundidades. La novela sigue esperando
al lector con la misma actualidad, la película ya es obsoleta.” (Cfr. Incierta gloria: “traduttore,
traditore”, en Catalunya Cristiana,
26 de marzo de 2017, p. 26).
Francamente, si Joan Sales (1912-1983)
y su viuda -Núria Folch- pudieran levantar la cabeza, no aplaudirían.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)